- Sinopsis
- África, continente salvaje que ha dado las páginas más excitantes del cine de aventuras, es la protagonista de "Trader Horn", una memorable historia repleta de acción en la línea de "Mogambo" y "Las minas del rey Salomón".
En busca de una mina de platino, evitando a las patrullas alemanas e inglesas inmersas en la primera guerra mundial, sobreviviendo entre tribus caníbales y animales salvajes, Trader Horn (Rod Taylor) y Emil Dumond (Jean Sorel) pugnarán codo a codo en un safari sin regreso, sólo reservado para los más fuertes. (FILMAFFINITY) - Género
- Aventuras África I Guerra Mundial Remake
- Dirección
- Reparto
- Año / País:
- 1973 / Estados Unidos
- Título original:
- Trader Horn
- Duración
- 101 min.
- Guion
- Música
Por amor al arte
20 de febrero de 2020
De acuerdo que las leyendas del cartel, el dibujo, y la aparición de Rod Taylor al frente de uno de esos misteriosos y peligrosos safaris por las sabanas africanas crea unas fuertes expectativas; es por ello que nos adentraremos en la aventura pero digamos eso de las comparaciones: Mogambo y Las minas del Rey Salomón van por otros derroteros y no tienen nada que ver.
Pero está Rod Taylor en un papel muy a propósito, hoy mal visto eso de ser cazador, pero entonces sería un clásico de protagonista envidiable e icono de la aventura, un experto explorador, un recio guía al mando de un safari o una expedición en este caso, con portadores y mujer por medio como deseo sexual que pulula por ahí inquietando en el trabajo. El escenario africano queda como muy exótico, aislado o perdido durante la Primera Guerra Mundial. Refiriéndonos al cine, tan solo recordaría este escenario en la IGM en Gritar al diablo (1976) con Roger Moore y Lee Marvin, quienes intentan esquivar a los alemanes con el contrabando de marfil. Y es un escenario que tiene su encanto, como un apartado lejano de tan importante guerra, y daría mucho juego con buenos argumentos, el caso es que aquí ni Rod Taylor logra salvar del todo los muebles.
Trader Horne hoy por hoy solo vale como una obra para coleccionistas, una curiosidad, hecha sin mucho cuidado en la que la puesta en escena desvela algún anacronismo y en la que el romance tiene poco encanto. Las minas del Rey Salomón de 1950 no admite la comparación; lo siento, Rod.
Pero está Rod Taylor en un papel muy a propósito, hoy mal visto eso de ser cazador, pero entonces sería un clásico de protagonista envidiable e icono de la aventura, un experto explorador, un recio guía al mando de un safari o una expedición en este caso, con portadores y mujer por medio como deseo sexual que pulula por ahí inquietando en el trabajo. El escenario africano queda como muy exótico, aislado o perdido durante la Primera Guerra Mundial. Refiriéndonos al cine, tan solo recordaría este escenario en la IGM en Gritar al diablo (1976) con Roger Moore y Lee Marvin, quienes intentan esquivar a los alemanes con el contrabando de marfil. Y es un escenario que tiene su encanto, como un apartado lejano de tan importante guerra, y daría mucho juego con buenos argumentos, el caso es que aquí ni Rod Taylor logra salvar del todo los muebles.
Trader Horne hoy por hoy solo vale como una obra para coleccionistas, una curiosidad, hecha sin mucho cuidado en la que la puesta en escena desvela algún anacronismo y en la que el romance tiene poco encanto. Las minas del Rey Salomón de 1950 no admite la comparación; lo siento, Rod.
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