Invitación a un pistolero (1964)

Leyendo las críticas que hay por aquí me han entrado ganas de escribir. Una vez mas porque estoy en profundo desacuerdo con lo que leo y eso es lo que, al final, le motiva a uno a decir lo que piensa. Porque nadie mas lo ha dicho y quizás pueda aportar algo.
Invitación a un pistolero me parece un western perfecto. Leo que la historia no es muy creíble. Yo diría mas bien que no es muy realista. Señores, ¿Qué hay de verdadero en el western? En la vida no hay venganza, los canallas suelen salirse con la suya y no existen los vaqueros sin nombre.
Esta película corresponde a esa amplia gama de westerns, cuyo pionero no es otro que Akiro Kurosawa con su cine de samurais, que se basa en conceder al espectador el enorme placer moral de ver como se cumple la mas absoluta y directa justicia. Placer inviable e innecesario en la vida real. Yul Brynner está escepcional y como unas cien veces mejor que en Los siete magníficos, película que no aporta nada y que es ampliamente superada por su versión original, Los siete samurais. En cambio en esta película se produce el efecto contrario, siendo ésta inspiradora de, posiblemente, casi todo el spaguetti western que yo haya visto. No hay mas que ver películas como Infierno de cobardes (Eastwood) o las continuaciones de Por un puñado de dólares. Diría que todo ese cine bebe, en parte, de este film. Lo tiene todo, anagnólisis, giro argumental y final épico.
Si quieres ver a los malos morder el polvo, a los cobardes deshacerse en la humillación y a un pistolero muy bien construido, no lo dudes. De lo mejor que he visto.

Antes de interpretar la segunda parte de Los siete magníficos, Yul Brynner protagonizó este western psicológico encarnando a Jules, un pistolero inicialmente muy parecido al Chris de la saga de los 7 magníficos. Película de gran profundidad dramática y situada recién terminada la Guerra de Secesión, cuenta las disputas que aparecen en un pueblo nordista cuando sus habitantes más poderosos intentan apropiarse indebidamente de la granja del único sudista que hay en toda la localidad. Para liquidarlo contratan a un pistolero atormentado que poco a poco irá descubriendo que su conciencia le pide ponerse al lado de quien debe matar.

Lo que hace especial a este film es el grado de crueldad psicológica que muestra Jules hacia algunos de los habitantes, crueldad que en algunos momentos se antoja claramente gratuita. Cierta precipitación en el desarrollo del guión en el tramo final y algún que otro vacío argumental impiden para mi gusto considerarla una película redonda.

Por otra parte, el retrato de los personajes es muy elaborado y el reparto da la talla. El tono del film es en su mayor parte sombrío y decadente, con una excelente fotografía.