El superagente 86 (Miniserie de TV) (1995)

Hasta la fecha actual no existía ninguna crítica sobre esta serie, pero no me extrañaría que en muchos casos se haya puntuado pensando en la original de los años sesenta. Su nombre en España es 'El nuevo Superagente 86'. Se trata de una secuela bastante tardía, con un Don Adams que a sus 71 años le reservan el papel de jefe de Control. Barbara Feldon (agente 99) interviene muy poco, ya que realmente no trabaja para la organización.

La atención realmente pivota en la nueva pareja de detectives: Zach Smart y la agente 66. El primero es uno de los hijos de los agentes originales, igual de torpe que su padre. Se hace mención a que tiene una hermana pero no se llega a pronunciar su nombre ni su situación. En cuanto a la segunda, es una rubiaca muy sexy. Aunque el símbolo de los noventa fuera Pamela Anderson, me encanta cosa bárbara Hendrix y su personaje. Ejerce un rol de femme fatale y con ciertos tintes egocéntricos. Esta pareja pienso que tarda en funcionar, pero a mi parecer se hace muy convincente. Dos personalidades muy diferenciadas. No era plan de tratar de repetir lo mismo que hace 30 años.

Sin embargo, la audiencia no respondió lo esperado y tristemente se canceló tras el séptimo capítulo. Creo que tanto el público como la Fox no tuvo paciencia. La serie empieza mal, pero con el paso de los episodios mejora. Los guiones vuelven a ser harto surrealistas, pero dotados de humor absurdo y con la clásica infiltración de los agentes. Además, en el capítulo 6 podemos ver el regreso de uno de los personajes más recordados como Siegfried y su reencuentro con Smart (aunque ya sucede en la TV Movie de 1989).

En cuanto a otros personajes, al haber muerto Robert Karvelas (Larabee) es sustituido por una mujer en el papel de la secretaria del jefe de Control. Aunque su intervención tiene lugar en los capítulos finales sí recuerda bastante la ineptitud del anterior. Por otra parte, no interviene Dick Gautier como Hymie y es un poco decepcionante. Pero quién sabe si estaba pensado que apareciese en alguno de los episodios que no llegaron a rodarse y emitirse.

En definitiva, aunque sean muy pocos capítulos nos la podemos tomar como una miniserie de 25 años después y los últimos trabajos del inolvidable Don Adams frente a las cámaras, anteriores a diversas cosillas en materia de doblaje.