- Sinopsis
- La empresa de mudanzas Laurel & Hardy tiene el cometido de entregar un piano mecánico, que ha de subir por un elevado tramo de escaleras. Entorpecen su labor una enfermera, un policía y, finalmente, el supuesto destinatario del piano. Primera comedia en la historia del cine en obtener un Oscar al mejor cortometraje (comedia). (FILMAFFINITY)
- Género
- Comedia Mediometraje
- Dirección
- Reparto
- Año / País:
- 1932 / Estados Unidos
- Título original:
- The Music Box
- Duración
- 30 min.
- Guion
- Música
Premios
1931: Oscar: Mejor cortometraje de comedia
Pepe Gotera y Otilio son la bomba
4 de junio de 2011
Pepe Gotera y Otilio tienen que subir un piano por unas escaleras. James Parrott no encontró escaleras más largas. Y dichas escaleras parecían el camarote de los Hermanos Marx antes de ser camaraote. The music box es la gota que colma el vaso de la genialidad de los genios de la comedia. De rítmo lento pero seguro nuestros amigos intentan una y otra vez subir el piano al destinatario. Pepe Gotera y Otilio después de subir dicho piano no esperaron mucho para saber si estaban despedidos.
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14 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
Piano arriba
31 de enero de 2011
Con un piano muy vivo se desarrolla un guión donde el humor se encuentra con la desesperación. Una pesadilla por lo que parece un trabajo imposible de realizar, termina en las clásicas escenas "destroyer" en las que la carcajada aparecerá cuando uno menos lo espere.
Es Stan el causante de las caídas, golpes y malentendidos, sin intención, con un estilo asentado en el total dominio de la torpeza y el gesto de lloriqueo incipiente.
Oli, sufrirá en principio las consecuencias; puede observarse como siempre utiliza un impasse, una espera, en la que recurre a mirar a la cámara buscando el reconocimiento del espectador por su santa paciencia.
Una moción:
Los gritos de dolor de Oli cada vez que se da un golpe, tienen que pasar a los anales de la historia como los más conseguidos del cine cómico.
Es Stan el causante de las caídas, golpes y malentendidos, sin intención, con un estilo asentado en el total dominio de la torpeza y el gesto de lloriqueo incipiente.
Oli, sufrirá en principio las consecuencias; puede observarse como siempre utiliza un impasse, una espera, en la que recurre a mirar a la cámara buscando el reconocimiento del espectador por su santa paciencia.
Una moción:
Los gritos de dolor de Oli cada vez que se da un golpe, tienen que pasar a los anales de la historia como los más conseguidos del cine cómico.
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