Mi noche de bodas (1961)

Una pareja de novios se disponen a celebrar su noche de bodas, cuando un regalo inesperado en forma de pulsera, provocará una catarata de cómicos y graciosos malentendidos.
Con este simple, básico y banal guión, el cine nacional de principios de los años 60 nos entrega una comedia de las llamadas “españoladas”. La película es el vivo retrato de una manera de hacer cine de aquella época, interpretada por un puñado de buenos actores que interpretan sus personajes con sus tics y su sello personal. El film tiene un humor bobo, blando e infantil que ha resistido el paso del tiempo, y que es una auténtica reliquia para estudiosos del cine patrio.
Pero también es una película entrañable, nostálgica, graciosa, divertida y bienintencionada, que deja un cálido sabor de boca.
Conclusión: Risas aseguradas, fruto de una película agradable para viajar durante 90 minutos en el túnel del tiempo, no se la pierdan.

En el cementerio de las películas olvidadas aquí tenemos Mi noche de bodas. Las noches de bodas corrientes y molientes supongo que no tendrán nada que ver con ésta. Película de un tiempo en el que el matrimonio era más o menos indisoluble y la unión debía representarse en clara armonía y total honradez entre la pareja. Se estilaba que él fuera muy celoso y cualquier malentendido era motivo de un escándalo del copón. Argumento en tono desenfadado porque tomado trágicamente sería penoso que la mujer pasara por ese lío a causa de recibir una pulsera por error.

Concha está simpática en su papel. El argumento es de enredo con cruce de parejas dispares que logra una ligera intriga por saber cómo acaba la cosa. Destaco a la cantante, Lina Canalejas que tiene como pretendiente un vejete pesadísimo.

Luego está Tony Leblanc. Bailando hace el famoso paso de Michael Jackson, prueba de que el inolvidable autor de Thriller no es el inventor. Su papel de conductor es como un cursor que va de personaje en personaje (un tío plasta pidiendo la cuenta de su taxi que se gasta más dinero yendo detrás del marido que lo que le debió costar la carrera). Película con un final que se me antoja un poco decepcionante, aunque válido totalmente.