2010 - El año que hicimos contacto (1984)

Peter Hyams siempre podrá decir que su Odisea tuvo más nominaciones a los Oscar que la de Kubrick. En realidad las similitudes entre Kubrick e Hyams son más de las que parecen, ambos son newyorkinos, fotógrafos de profesión, hombres orquestas porque en sus películas además de producir, les gusta escribir el guión (casi siempre una adaptación literaria), la fotografían evidentemente y la dirigen. Y sin embargo aunque tan semejantes, sus películas no se parecen en absoluto. Mientras que Kubrick es un genio malvado, Hyams es un torpe bueno.
"2010: Odisea dos", era una película esperada, sobre todo para los que no acabaron de entender bien la primera parte. Pero es curioso como la guerra fría, de la que se habla en la película, haya envejecido tan mal, a nadie le importa ya, y sin embargo acontecimientos históricos más lejanos como la guerra mundial tiene cientos de miles de seguidores y estudiosos. Esta película es víctima de eso.
La historia tiene buenas intenciones y aclara -aunque en realidad de forma ventajista ya que trastoca ciertas cosas que pasaron en "2001..."- algunos oscuros pasajes, y con una tesis principal: No estamos solos en el universo y debemos de cuidar nuestro planeta ya que somos arrendatarios y si nos portamos mal...nos destruirán o destruiremos que para el caso es lo mismo. De los actores, Roy Scheider es el único que se salva un poco del nivel bastante bajo de las interpretaciones. Aunque a mi juicio el mejor trabajo de un director tan flojo como Hyams es el remake de "Sólo ante el peligro" titulado: "Atmósfera cero", podemos señalar como interesante este film aunque un tanto despreciado por continuar una película de uno de los intocables del cine como Stanley Kubrick.
Las comparaciones son odiosas y en este caso más. Véanla con ingenuidad y disfrutarán más.

Siempre he considerado que esta película tiene uno de los mejores finales; si bien no sería justo compararla con la de Kubrick, se mantiene unas sensación de intriga y misterio a lo largo de la película que culmina con cierre inesperado. Las actuaciones de Mirren, Scheider y Lithgow son fantásticas; aunadas a la reaparición de Keir Dullea por quien por cierto, no pasaron los años. Toda la historia se centra en atar cabos de la primera odisea, que vaya que los dejó sueltos. Quizás, los conservadores adoradores de la mente abstracta de Kubrick lo reprochen, pero la historia es muy buena y altamente recomendada para los fans del género.