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La otra familia (2011)

La otra familia
135 min.
6,3
265
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Trailer (ESPAÑOL)
Sinopsis
Después de ser abandonado durante tres días por una madre adicta al crack, a Hendrix, un niño de siete años, lo encuentra una amiga que lo entrega a una pareja homosexual. Mientras que a la madre la obligan a seguir un tratamiento de rehabilitación, su amante, un traficante de drogas, intentará sacar partido del niño vendiéndolo a un matrimonio que acaba de perder a su bebé. La madre huye de la clínica para recuperarlo, pero las autoridades, para protegerlo, tratan de ingresarlo en un orfanato. (FILMAFFINITY)
Género
Drama Infancia Homosexualidad Adopción Drogas
Dirección
Reparto
Año / País:
/ México México
Título original:
La otra familia
Duración
135 min.
Guion
Música
Fotografía
Compañías
Links
Premios
2011: Premios Ariel: Nominada a Mejor coactuación femenina (Nailea Norvind)
5
Tramposos redentores
Lunes 4 de abril, 5:00 pm. Cinépolis Bucareli. En el diario acontecer de este país, los titulares de periódicos siempre muestran ese temible caos que nos apresa, representado por diversas problemáticas por las que atraviesa México en este momento. Los cambios que sufre este país son contrastantes, y mientras las malas noticias acaparan las portadas de los diarios, siempre existe la que pone en tela de juicio la apertura que como sociedad vivimos, la que genera polémica y altera la tranquilidad de uno que otro respetuoso de las buenas costumbres y continua enfrascado en ideas de intolerancia.

Desde hace algún tiempo la controversia por la adopción de niños a parejas del mismo sexo ocupa la atención de los mexicanos, y ha acaparado la noticia, el reportaje y este año la ficción, contraponiendo perspectivas entre grupos aludidos en favor de la iniciativa, contra un sector de la población agraviado además de instancias religiosas y en pro de la familia. Sin embargo hoy es ley en la Ciudad de México, sin dejar de tener tintes políticos, por lo que muchos de sus redentores resultan tramposos al no tener todos esa convicción en la defensa de los derechos de las minorías. Pero esos redentores tramposos de alguna manera son trasladados a esta película, con fines totalmente opuestos y sí por ese derecho a que la gente gay tiene la oportunidad de adoptar o bien buscar la forma de no truncar este proceso que nos atañe a la mayoría.

La propuesta deja de ser válida cuando se deja la imparcialidad; de la presión social solo se retratan bosquejos; se tacha a la familia común de machista, ignorante, hostil, hortera, corrupta y hasta viciosa, mientras se contrapone a su antitesis (llámese estilo de vida gay) la cual resulta ridícula e irrisoria. Realmente no hay ese trabajo de guión que permita ver de fondo los pros y contras de la iniciativa; se limita a ser un trabajo a favor de un derecho –lo cual no se cuestiona–, sin embargo no se puede perder la imparcialidad en algo tan serio que nos atañe a todos como grupo social para por lo menos emitir una opinión valida.

Con tantos temas contraídos por la adopción gay, Loza condensa la película penosamente, pierde a sus personajes en lapsos, inclusive los finiquita sin darnos posibilidad de conocerlos un poco más; procesos legales simulados; deseos maternales ensombrecidos por la historia de Nina y su hijo. Las actuaciones como de receta (Mario Zaragoza y Ana Serradilla); sin interpretación (Jorge y Carmen Salinas); o bien más afortunadas (Nailea Norvind y Juan Ríos). En fin es una cinta entretenida a la que para variar no se le exige más de lo que da.

Gustavo Loza ¿Qué ha ocurrido con los guiones al estilo de "Al otro lado"?
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11 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
4
Las buenas intenciones de ponerse en el lugar del otro
El cine con temática lésbica, gay, transexual y bisexual (LGTB) se da la mano cada vez más con producciones enfocadas a un público general, no exclusivo LGTB, intentando ser más amable con aquellos no iniciados o no degustadores de estéticas y elementos que vienen grabados a fuego por la costumbre y uso de este cine LGTB para contar historias más universales y poder llegar a cines más convencionales y también a un publico menos localizado.

Pero opino que hay que encontrar el punto medio entre estos dos mundos cinematográficos expuestos, pues este film con buenas intenciones, puede que pensando en el producto comercial, está construido por tópicos de varios géneros, por lo que cae del lado del melodrama, del telefilm amable a veces, del cine social mexicano de mafias menos amable, del film por y para ser cine con mensaje moral, del cine LGTB... Pero nunca se va a mojar, no en la postura, si no en darle personalidad a la historia y como se cuenta.

De aquí surge el principal problema; la poca empatía del guión por las situaciones y la construcción de personajes. Se me hace casi imposible creerme que el puño del guionista y director, Gustavo Loza, sepa realmente de que habla, de las dimensiones reales que tiene el tema, del reto mental y moral que supone esto para gente de la vida diaria de un lado y del otro del tema, tampoco veo que se ponga "en el lugar del otro" y sepa que es estar realmente dentro de esas cabezas, de esos momentos, de esas decisiones tan complejas que se proponen. Es decir, la empatía se basa en presentarnos clichés, y eso no es empatía.

Una técnica cinematográfica poco pulida, aunque con buena ambientación, tampoco acaba por ayudar al conjunto del producto. Unos actores donde hay de todo (bien por la natural Ana Serradilla, mal por la elección del casting, si la hubo, del poco natural niño e hijo del director Bruno Loza) tampoco impresionan. Estructuralmente irregular y posiblemente mal copiada por la influencia del maestro Iñarritu (sobretodo Amores Perros) acaban por restar demasiado a las buenas intenciones.

Por último, un reclamo a ver la película puede ser la curiosidad de ver como se afronta el tema de la adopción de un niño por parte de una pareja homosexual, ver como plantean la relación con el niño y ver sus consecuencias en cuanto a pros y contras. Pero tampoco se encontrarán grandes ejemplos ni lecciones porque el resto de temas le quitan tiempo a este, por lo que uno acaba preguntándose si el resultado final ha sido una cierta desmesura inconclusa.

Por lo menos no se le puede echar en cara de que sea un mal producto y se nos presenta decente y con la cabeza alta de lo que es, pero se hubiera agradecido algo más de trascendencia en el trasfondo para cinéfilos más inquietos.

Lo mejor: La honestidad en los valores que pretende inculcar sobre el espectador amateur en temas LGTB.

Lo peor: Que se sustenta de clichés mal encubiertos en cualquier tema o formalidades de la película.
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4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
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