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Jugada decisiva (1964)

Sinopsis
En un torneo de ajedrez, el astrónomo y físico inglés, David Garrett (Ian Carmichael), se encuentra con el Dr. Melnicker (George Pravda), un viejo amigo de Alemania oriental convertido ahora en campeón de ajedrez... y cuando, éste, súbitamente desaparece, Garrett se muestra dispuesto a localizarlo para devolverle una gruesa suma de dinero que, supuestamente, ha abandonado. Una hermosa muchacha llamada Maggie (Janet Munro), será su compañera de aventuras y así tendrá lugar una intrigante comedia que se desenvuelve de manera encantadora. (FILMAFFINITY)
Género
Acción Thriller Comedia Crimen Espionaje Ajedrez
Dirección
Reparto
Año / País:
/ Reino Unido Reino Unido
Título original:
Hide and Seek
Duración
90 min.
Guion
Música
Fotografía
Compañías
5
Divertimento menor
Cy Endfield fue otro de los interesantes directores americanos que tuvo que huir de la caza de brujas del senador McCarthy y trasladarse a Inglaterra donde rodaría algunas grandes películas, no sólo la notable “Zulú” (1964), su obra más conocida, sino incluso alguna que otra obra maestra como “Hell drivers” (Ruta infernal, 1957) con un imponente Stanley Baker.

Para un director de las dotes y capacidad de Endfield esta película es un divertimento posiblemente alimenticio bastante menor y decepcionante pero seguramente necesario para llevar a cabo proyectos más personales y ambiciosos –su siguiente producción fue justamente “Zulu”-. El brillante, pero algo panoli profesor Garrett, interpretado por Ian Carmichael, trabaja en la Universidad de Cambridge en un proyecto secreto del gobierno. Garrett tiene relación con un científico de la Alemania del Este en plena guerra fría. A partir de dicha premisa argumental la película va derivando, siempre en modo menor, hacia el género de pareja perseguida aderezado con una poco creíble historia de amor con la actriz Janet Munro a años luz de lo que Hitchcock hubiera conseguido con estos mimbres.

Rocambolesca y sin mayor interés, con toques de humor algo grueso, cuenta al menos con buenas escenas exteriores y la intervención del excelente Hugh Griffiths como solitario barquero.
Intrascendente y olvidable.
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1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
Nunca se sabe cuando te pueden estar asumiendo como una pieza de ajedrez
Profesor de astrofísica en la Universidad de Cambridge, David Garrett, se siente interesado en visitar a su amigo, el Dr. Melnicker, un campeón de ajedrez -miembro del Partido Comunista de Alemania Oriental- quien está participando en una competencia en Inglaterra en la que, él sólo, se enfrenta contra una serie de jugadores. Garrett es invitado a ser un competidor más… y desde ese momento, una serie de intrigantes movimientos del Dr. Melnicker, relacionados con un caballo de ajedrez, pondrán a su amigo, Garrett, a buscarlo desesperadamente cuando, de pronto, desaparece.

De esta manera, se abre una brillante intriga en la que cada detalle cuenta, y con contrastadas situaciones realmente divertidas, la historia toma su cauce como un thriller-comedia bastante singular, donde el juego de ajedrez estará presente a todo lo largo de la trama, no sólo como pieza clave sino también como metáfora (obsérvese, a manera de ejemplo, el piso de la casa que habita Maggie y lo que sucede después de que lo vemos).

Se parte de una historia de Harold Greene, convertida a guion por David Stone y Robert Foshko, la cual sería bastante imitada en años posteriores, pues, contiene la perfecta fórmula del entretenimiento, la intriga y la comedia elegante, como para que uno quede irremisiblemente atrapado a todo lo largo de su metraje.

Los actores son inmejorables, y con gran acierto, el director Cy Endfield, eligió al veterano comediante, Ian Carmichael, para que hiciera el papel del connotado científico dispuesto a favorecer a su amigo ajedrecista a como dé lugar. A su lado -y porque el amor siempre es bienvenido en las situaciones de peligro-, la muy bella Janet Munro, es una Maggie de palpitante conciencia, quien se debate entre lo que debe hacer y lo que su corazoncito le dicta que es correcto. Una actriz que prometía bastante, pero, una década después -cuando apenas cumplía 38 años- de manera insólita fallecería al atorarse con un té que se estaba tomando.

Hugh Griffith, Curd Jürgens y Kieron Moore, consiguen también muy atractivas apariciones a lo largo del camino… y, “JUGADA DECISIVA”, se torna muy agradable de principio a fin y por donde se mire. Su escasa difusión, apunta única y exclusivamente a los prejuicios políticos, pero, cualquier persona de mente abierta va a encontrarse con una película encantadora y muy bien realizada. En los EEUU, se llegó al extremo de retrasar su estreno durante casi un año, y sólo se llevó a cabo cuando, “Zulú”, demostró ser un éxito de primera línea. Cuando hay dinero de por medio, para el estadounidense medio los principios pasan a ser un estorbo que se sacuden enseguida.

Cada vez me convenzo más de que, la crítica de cine, sigue en deuda con ese gran director que fuera Cy Endfield.
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1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
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