Trailer (INGLÉS)
- Sinopsis
- Un grupo de individuos de diferentes nacionalidades aunará esfuerzos para conseguir su preciado sueño: alcanzar el pico de una de las montañas más altas de los Alpes suizos, que nunca ha sido escalada. (FILMAFFINITY)
- Género
- Aventuras Alpinismo / Escalada
- Dirección
- Reparto
- Año / País:
- 1950 / Estados Unidos
- Título original:
- The White Tower
- Duración
- 92 min.
- Guion
- Música
Buen drama romántico de posguerra, y buena película de alta montaña.
3 de junio de 2012
"La montaña blanca", un pico del macizo del Mont Blanc donde el padre de Carla Alton (Alida Valli) desapareció cerca de la cumbre - antes de la WW II - cuando intentaba ser en el primero en escalarla, expedición en la cual también iba ella y que desde aquel fatídico día la mantiene con la obsesión de conseguir llegar a la cima (todavía sigue sin ser escalada por humano alguno).
Con la guerra recientemente finalizada, Carla vuelve a ese pueblo al pie de la montaña con la intención de llegar a la cima y acabar con esa enfebrecida obsesión que la embarga, para lo cual reune un grupo de 5 personas más y así conformar una expedición con probabilidades de éxito, Andreas (Oscar Homolka), un viejo amigo de su padre que no duda en seguirla, Nicholas Radcliffe (Cedric Hardwicke), un geólogo ingles motivado por los hallazgos que pueda encontrar en esa naturaleza, Paul DeLambre (Claude Rains), un escritor en busca de esas musas que le tienen abandonado, Hein (Lloyd Bridges), un alemán con toda la pinta y comportamiento de nazi de manual que con el ascenso pretende autoafirmarse en esas doctrinas de superioridad aria, y finalmente Martin Ordway (Glenn Ford), un ex piloto que durante la guerra fue abatido por esos lugares, que ahora ha vuelto a ellos en busca de paz interior y que siendo el más escéptico con la presunta utilidad de subir una montaña, acaba enganchándose a la expedición, en principio para ganarse el amor de una Carla que evidentemente se muestra más que receptiva al cortejo; todos ellos con esas motivaciones anteriormente descritas, con las heridas no cerradas y recientes del horror de la guerra recientemente finalizada, y con la montaña como aglutinante de ese microcosmos a modo de retrato de los lodos del principio de la posguerra.
Sigue en spoiler por falta de espacio:
Con la guerra recientemente finalizada, Carla vuelve a ese pueblo al pie de la montaña con la intención de llegar a la cima y acabar con esa enfebrecida obsesión que la embarga, para lo cual reune un grupo de 5 personas más y así conformar una expedición con probabilidades de éxito, Andreas (Oscar Homolka), un viejo amigo de su padre que no duda en seguirla, Nicholas Radcliffe (Cedric Hardwicke), un geólogo ingles motivado por los hallazgos que pueda encontrar en esa naturaleza, Paul DeLambre (Claude Rains), un escritor en busca de esas musas que le tienen abandonado, Hein (Lloyd Bridges), un alemán con toda la pinta y comportamiento de nazi de manual que con el ascenso pretende autoafirmarse en esas doctrinas de superioridad aria, y finalmente Martin Ordway (Glenn Ford), un ex piloto que durante la guerra fue abatido por esos lugares, que ahora ha vuelto a ellos en busca de paz interior y que siendo el más escéptico con la presunta utilidad de subir una montaña, acaba enganchándose a la expedición, en principio para ganarse el amor de una Carla que evidentemente se muestra más que receptiva al cortejo; todos ellos con esas motivaciones anteriormente descritas, con las heridas no cerradas y recientes del horror de la guerra recientemente finalizada, y con la montaña como aglutinante de ese microcosmos a modo de retrato de los lodos del principio de la posguerra.
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6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Vendrás conmigo, padre, hasta la cima
26 de marzo de 2023
Tras la guerra, Carla regresa a su pueblo en los Alpes Suizos con la intención de escalar La Torre Blanca, montaña que nunca ha sido conquistada. En su anterior intento había desaparecido su padre, ya cerca de la cumbre. Forman parte de la expedición dos amigos de su padre, un viejo escritor en busca de inspiración, un norteamericano que parece más interesado en Carla que en la escalada y un alpinista alemán que tiene la intención de alcanzar la cima el primero.
A pesar de que la película nos obsequia con bonitos paisajes de montaña y secuencias reales de escalada, no es una gran película sobre alpinismo. Basada en la novela de James Ramsey Ullman, nunca sorprende o emociona. Se ve con agrado, pero sin entusiasmar.
Para empezar, los personajes no convencen por su físico. El guía, además de exceso de años, tiene un evidente problema de sobrepeso. Mas viejos y escasamente atléticos se muestran el doctor y el escritor. Solo falta Matusalén. El único que parece un alpinista de verdad es Lloyd Bridges. Y en ningún momento se da la impresión de una expedición largamente preparada y bien planificada técnicamente, como corresponde a una cima de dificultad máxima. Se van sumando a la aventura de manera improvisada, como si se fuesen al campo a tomar la tortilla.
En cuanto a las interpretaciones, destaca la belleza y vitalidad de Alida Valli y la mala leche de Lloyd Bridges. Al lado de estos, Glenn Ford, que parece más un oficinista que un escalador, interpreta un papel bien soso.
No está mal para entretenerse una tarde de domingo, pero me quedo con el realismo estremecedor de “Everest” (2015).
A pesar de que la película nos obsequia con bonitos paisajes de montaña y secuencias reales de escalada, no es una gran película sobre alpinismo. Basada en la novela de James Ramsey Ullman, nunca sorprende o emociona. Se ve con agrado, pero sin entusiasmar.
Para empezar, los personajes no convencen por su físico. El guía, además de exceso de años, tiene un evidente problema de sobrepeso. Mas viejos y escasamente atléticos se muestran el doctor y el escritor. Solo falta Matusalén. El único que parece un alpinista de verdad es Lloyd Bridges. Y en ningún momento se da la impresión de una expedición largamente preparada y bien planificada técnicamente, como corresponde a una cima de dificultad máxima. Se van sumando a la aventura de manera improvisada, como si se fuesen al campo a tomar la tortilla.
En cuanto a las interpretaciones, destaca la belleza y vitalidad de Alida Valli y la mala leche de Lloyd Bridges. Al lado de estos, Glenn Ford, que parece más un oficinista que un escalador, interpreta un papel bien soso.
No está mal para entretenerse una tarde de domingo, pero me quedo con el realismo estremecedor de “Everest” (2015).
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3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
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