La caja de los deseos (2002)

Desvalorada cinta, que aunque de serie B, mantiene la intriga hasta el final. La película trata sobre el poder de los deseos, pero que puede tener consecuencias truculentas. El chico-friki de la escuela, -todo un clásico-, enamorado hasta las trancas de su musa de la escuela, y en la que aprovecha la oportunidad que se le presenta con una especie de caja inquietante que anónimamente alguien se la ha hecho llegar a través del correo, junto a unas instrucciones en las que le indica que tienen la facultad de concederle- al igual que la lámpara maravillosa de Aladino-, tres deseos. Aunque pronto descubrirá que este genio dista bastante de ser el benevolente genio de la "Lámpara Maravillosa".
Mi opinión es que el film me pareció bastante original y entretenido, con sus giros. Los actores con el carisma suficiente para que la historia te pueda atrapar. En definitiva muy aconsejable para verla plácidamente una tarde de domingo.

Esto es lo que sucede cuando metes en una coctelera algo parecido a "Fuera de onda" (1995) y "Scream" (1996, más todas las secuelas). Que sale esta "La caja de los deseos" o "Wishcraft", que no sé si el nombre original es un guiño a la brujería, whitchcraft, pero creo que claramente sí. En cualquier caso se trata de un trabajo irregular que no combina bien el tono amable de la comedia romántica de institutos con el terror de los asesinos en serie, a lo que hay que añadirle un misterioso objeto que concede tres deseos a su portador. Una pista, la clave de todo la he visto en algún otro largometraje y no descarto que sea en una de "Scream" pero no lo recuerdo.

Dicho esto, "La caja de los deseos" se deja ver aunque lo que es miedo no lo da en absoluto, ni siquiera lo intenta, es todo muy blando. Pero aún así, hay cierta intriga, el ambiente de instituto gusta y la historia romántica es muy clásica. Otro punto fuerte se encuentra en el reparto, especialmente el de secundarios, entre los que figura Zelda Rubinstein y el más conocido como contante Meat Loaf. Sin embargo la que acapara todo mi interés es Alexandra Breckenridge, que está muy joven, muy, muy, muy bella y hasta algo gordita, que es como deben estar las muchachas y no en plan palillo. Sale hasta de animadora, qué maravilla. Es casi un peliculón.