Traición al jurado (1994)

De acuerdo. todos sabemos lo que va a pasar y que el director H. Gould es un eficaz artesano pero no es Hitchcock. Aún así, la película mantiene el interés hasta el final y la actriz protagonista hace un papel muy bueno al ir abordnado a cada miembro del jurado según sus necesidades ( a uno lo seduce, al otro le transmite compasión, etc..).

Será una película olvidada a la semana de verla, pero también es verdad que para la hora de la siesta es una buena elección.

Entretenida mezcla de thriller judicial y policíaco interpretado por la que fuera esposa de Val Kilmer, Joanne-Whalley y que ya habían trabajo con éste en la épica fantasiosa de “Willow” de Ron Howard. Joanne, que por entonces adoptaba el apellido de su esposo, se dio a conocer con el drama político “Scandal” (1988), basado en el hecho real en que interpretaba Christine Keeler , una bailarina que tambaleó los cimientos de la política británica al desatarse su “affaire” amoroso con el Ministro de Guerra John Profumo.

Otro film destacable de ésta olvidada actriz es “Trial by Jury” dirigido por el irregular Heywood Gould (Un Buen Policía) y que mete de lleno a una ciudadana de a pie en una intensa intriga judicial. Ella, Valerie Alston (Joanne-Whalley) madre divorciada y con un negocio de qué ocuparse es asignada para que forme parte de un tribunal popular que pone entre las cuerdas al peligroso jefe del crimen organizado Rusty Pirone (Armand Assante), implicado en varias muertes y que emplea a un exagente de policía corrupto (William Hurt) para que la presione con el fin de que vote por su inocencia. Por otro frente, la fiscalía utilizará todos los mecanismos necesarios para que el juicio salga bien.

Lo mejor de la película es la interpretación de Armand Assante en su papel de mafioso. Una caracterización que incluso intenta evocar (como bien reivindica su personaje) a los clásicos gángsters de de los años treinta y cuarenta, años en que llevaban el control absoluto de sus cuentas y negocios. Para acabar de rematar la protagonista se luce de vestidos de la época como un tibio tributo a ese clasicismo prácticamente dado por desaparecido en la innumerable proliferación de thrillers alimenticios. Como anécdota, uno de los villanos de la película luce una camiseta del Barça.