Los piratas del mar Caribe (1945)

Un día tuvimos un debate un grupo de amigos, donde debatíamos que cual o cuales de todos los géneros y subgéneros cinematográficos que existen, era el que peor envejecía ante nuestros ojos con el paso del tiempo.

Cada uno tuvo una opinión, mi voto fue para el cine de piratas. Y no digo que sean malas, tan solo que de niños las idolatrábamos y ahora su defensa resulta más compleja.

Es cierto que hay de todo, muchos clásicos de Michael Curtiz con Fynn de protagonista se conservan bastante bien. Las de Burt Lancaster algo peor, pero siguen siendo entretenidas y dignas y hay películas como “La isla del tesoro” que sigue siendo perfecta. Ahora bien, otras del tipo de “Los piratas del mar Caribe” han quedado meros pasatiempos en el mejor de los casos.

La película tiene únicamente dos elementos de interés, por un lado el Technicolor que la RKO puso por primera vez en marcha para competir con las otras productoras de Hollywood, y que le quedó maravillosamente bien, y por otro la presencia de una bellísima Maureen O'Hara con 25 añitos, en una de las películas donde sale más guapa de toda su carrera. Punto pelota.

El resto regular o mal, desde el protagonista Paul Henreid, más soso que el agua de las berzas, la dirección de Borzage que cuando tenía que hacer una película de estudio ponía más bien poco interés, y por supuesto el guión, infantil y bochornosamente antiespañol.

Y es que en el año 1945, España era uno de los malos más malos del mundo, y el señor Frank Borzage, mormón y masón, no le tembló el pulso a la hora de ponernos a caer de un burro. Si al menos lo hicieran con inteligencia...

Al margen de patriotismos baratos, “Los piratas del mar Caribe”, es una de las películas menos trascendentes de la carrera de Borzage y que sólo merece la pena por ver los planos sostenidos de la O'Hara a todo color. O sea que entre niños y salidos, está la cosa de los seguidores de la película.

Nota: 5,2.

PD: Siento que os duela, mis queridos anglosajones, haber atacado tantas veces Cartagena de Indias y no conquistarla, la flota que mandasteis en el 1741, con 200 buques (hasta Normandía no se superó) tuvo que regresar con el rabo entre las piernas. Blas de Lezo, vasco y español, os mandó hacer gárgaras. Os queda el cine. Ahí podéis cambiar lo que queráis.

Estupenda película para toda la familia. He vuelto a verla después de treintaitantos años y aún siendo de 1945 se mantiene bastante fresca y resulta entretenida. La fotografía, el vestuario y los decorados son exquisitos, pero yo resaltaría a los actores. El malo (virrey) es de esos malos que llegan a caerte bien; tiene un aire al mejor Peter Ustinov y lo borda. De la O´Hara qué vamos a decir. Me imagino que en aquellos años era un mito erótico (la verdad es que está guapísima). También hay otro malo que parece el hermano gemelo del capitán garfio. El único que no me convence es Paul Henreid. No es que tenga nada en contra, pero me imagino en el papel a alguno de los galanes de la época y no hay color. Y es que el pobre Henreid además de no ser nada atractivo tiene cara de chiste. De las mejores pelis de piratas que he visto y sin necesidad de alardes técnicos ni fuegos de artificio. Os la recomiendo