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Todos están muertos (2014)

Todos están muertos
88 min.
5,5
2.575
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Tráiler HD (ESPAÑOL)
Sinopsis
Lupe (Elena Anaya) vive encerrada en su casa, presa de una brutal agorafobia. Viéndola en bata y zapatillas, dependiendo para todo de su madre y con un hijo adolescente que la detesta, nadie diría que en los 80 fue una estrella de rock. Su madre, cansada de ver a su hija convertida en una persona egoísta y conflictiva, la Noche de los Muertos decide hablar con su hijo Diego. Este vuelve a la casa familiar con el aspecto de siempre: un chaval de veintipocos de mirada ausente; lo que hace la situación muy especial es que Diego está muerto... (FILMAFFINITY)
Género
Drama Fantástico Comedia Fantasmas
Dirección
Reparto
Año / País:
/ España España
Título original:
Todos están muertos
Duración
88 min.
Guion
Música
Fotografía
Compañías
Coproducción España-México-Alemania;
Premios
2014: Premios Goya: 2 nominaciones incluyendo Mejor actriz (Elena Anaya)
2014: Festival de Málaga: Premio especial del Jurado, Mejor actriz y Mejor música
2014: Premios Feroz: nominada mejor actriz (Elena Anaya)
2014: Premios Forqué: Nominada a Mejor actriz (Elena Anaya)
6
Interesante, original e imperfecta muestra de cine singular
Ser original o insólito o extraño puede ser una virtud o una losa. Depende. Pero es admirable que el pacato cine español intente sorprender ofreciendo novedades temáticas y narrativas que explora terrenos inhabituales y poco trillados. Vayamos por partes, porque nos encontramos con una abigarrada coctelera de ideas y ocurrencias: Una hermosa pero estancada mujer con agorafobia, la movida musical y sus pelos a lo punk, pasados esplendores de un estrellato que acabó estrellándose, unas relaciones materno-filiales catastróficas, una madre de origen mexicano (¡qué poco aparecen personajes latinoamericanos en el cine patrio!) y ofuscaciones inusuales hacia el mundo de los muertos…

Todo ello configura un relato que ofrece caminos inexplorados, propuestas novedosas con personajes interesantes por reconocibles aunque pocas veces vistos con anterioridad (el mundo de la música glamurosa, la adolescencia colegial, los amores incipientes, alborotados y desordenados, gotas de brujería de andar por casa…). Y todo esa amalgama de ideas, recursos, riesgos y sofisticación combina bien y se traba con éxito en un relato iniciático que ofrece invitaciones inesperada y rescata personajes inefables (un muerto resucitado sólo visto por algunos y, a veces, gracias a la ingesta de psicotrópicos) enfrentados a dilemas de ultratumba que nos reconcilia con el cine como una invención de mundos inéditos e ideas descabelladas y riesgosas.

El tono oscila entre la comedia romántica, la recopilación de nostalgias refulgentes y la trama de mesa camilla familiar, casi siempre con éxito y en todo caso ofreciendo novedades y acometiendo escollos quizás excesivos pero en todo caso muy de agradecer. El resultado es una película imprevisible, imperfecta, con algunos altibajos de ritmo y cadencia, muy bien interpretada, resueltamente dialogada y pertinazmente singular, atrayente de puro bizarro y original. Falta algo para estar plenamente lograda, pero fijándonos en lo que sí está: hay que alabar su capacidad de sorpresa, la belleza aturdida de Elena Anaya, cierto humor consanguíneo, algún pasmo dramático y la lozanía de ser diferente, divergente y novedosa.

Y hay que agradecer que propuestas inclasificables como ésta se hagan un merecido hueco en la adocenada cinematografía actual. Quizás fragmentaria e irregular, pero satisfactoria a poco que uno se deje arrastrar por su proposición desvergonzada y acoja sus muchas sugerencias y ramificaciones con simpatía y cierta indulgencia.
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37 de 42 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
LADY ANAYA
Hay películas que son una actriz. Para bien y para mal. Es el caso de “Todos están muertos”. Y es que la interpretación de Elena Anaya aquí se mete hasta el tuétano. Embebe, obnubila y aturde. Deseas que no salga nada más en pantalla que ella. ¿Para qué otra cosa? ¿Para qué malgastar esfuerzos en contar una historia manida, trufada de lugares comunes, previsibles?
Amores platónicos juveniles, despertares sexuales inciertos, muertes traumadas, hijos no deseados, relaciones más que fraternales... Y todo este gazpacho culebronil, presentado como en un remake de “Ghost” pergeñado por la prima mejicana de Almodóvar...

¿Pero, sabéis que? me da igual todo ello, y su morosidad y su pretenciosa modernidad (que no es tal). Me es lo mismo, porque Álvaro Gutiérrez hace magia con su fotografía y extrae un delicioso glamour feista de la que bien podría haber inspirado a Leiva cuando compuso Lady Madrid con Pereza.
Da igual su cardado flequillero, lo resquebrajado de sus labios, su conspicua delgadez, la ausencia de maquillaje o el vestuario así, como de andar por casa. O quizás es la milagrosa conjunción de todo. El caso es que es imposible que la cámara quiera más a una actriz. ¡Cómo aguantas primerísimos planos Lady Anaya! Tu presencia, tu mirada y tus titubeos en la voz compensan cualquier cosa que me jale del brazo, constantemente, para sacarme de la película, casting infanto-juvenil incluido... Tela de la marinera lo del nene co-protagonista.

“Todos están muertos” es pues, para mal y para bien, una actriz, un personaje, una interpretación, una presencia, que arrebatan al espectador hasta el babeo, sí, a los acordes, además, de gente como Akrobats que le dan un punto hypster que mola a modernetes sabiondos como yo... y da igual que todo lo demás esté, a su lado, muerto o, al menos, lo parezca.
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16 de 20 usuarios han encontrado esta crítica útil
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