Un espía súper guay (1987)

Bill Cosby es un famoso comediante estadounidense, creador de uno de los shows más importantes de los 80 como lo fue El show de Bill Cosby. Pero fuera de esta serie y de Fat Albert, Bill Cosby en el cine nunca ha destacado como actor o director. Así que en 1987 llegó esta película que intenta parodiar el género de espías de una forma muy cliché e infantil. Si bien es cierto que calificarla con un 2 o un 1 es una tremenda exageración, el film es realmente malo.

Y no me parece tan mala porque tiene algún que otro elemento positivo. La película no se diferencia mucho de otras parodias que invadieron el cine de los años 80 las cuales no fueron tan castigadas como la cinta que nos ocupa. El maquillaje y la caracterización tampoco son malos, y Cosby tiene el suficiente carisma para hacer que la película sea medianamente soportable.

Sin embargo, son muchos más los puntos negativos de la película. Las situaciones son espantosamente ridículas al igual que los diálogos. Los personajes tienen muy poca personalidad y carisma, los secundarios no hacen más que sobreactuar durante toda la película, todo acorde con el pésimo nivel de la misma. Los efectos especiales son regulares, dejando a veces algunos incomprensibles y otros bastante aceptables. Al menos la película es bastante corta, haciendo que el metraje se pase bastante rápido, pese que hay momentos que son excesivamente aburridos, en especial muchos de sus gags, que son excesivamente flojos e infantiles.

Si bien no es la peor película que he visto, es una mala parodia del cine de espionaje, excesivamente infantil y demasiado descafeinada. La película es tan odiada que hasta el propio Bill Cosby aconsejó a la audiencia que no fuera a ver la película. No la recomiendo en lo más mínimo.