La esfinge de cristal (1967)

Ella, por ejemplo, es contratada como secretaria en la expedición. Le cuenta al profesor que la única experiencia que posee es haber sido bailarina. Bueno, pues después de oír esto, al rato están el profesor, Mustafá y los demás discutiendo como entrar en la tumba egipcia que están buscando, cuando salta la tía y dice que hay que tener en cuenta la profundidad y la situación de la tumba que si tal y tal. Te cagas. ¿Pero qué coño sabe la tía ésa que no ha sido más que bailarina para saltar de pronto y decir qué es lo que hay que hacer con la tumba?

En otra escena les atacan los ladrones del desierto y se meten en un hoyo para defenderse a tiros y se ve claramente que uno de ellos trae una caja grande de municiones. En la siguiente toma no está la caja y salta el periodista que estaba con ellos y dice: “¡Voy a salir a por municiones!” ¡Pero que has hecho con las que estaban ahí! ¿te las has comido? Pues ya no estaban. Y no sigo por no llorar, como lo de la dinamita..., y las mismas excavaciones a palazos en la arena...