Trailer (INGLÉS)
- Sinopsis
- Tras sobrevivir a un accidente de avión en el que muere su mejor amigo, el arquitecto Max Klein (Jeff Bridges) sufre una transformación espiritual. En un estado de bendición en el que no tiene ningún miedo a la muerte, Max se encuentra incapaz de continuar con su antigua vida. La única persona que parece compartir su experiencia es Carla (Rosie Perez), una joven madre que perdió a su bebé en el accidente y que se ha hundido en la culpa. (FILMAFFINITY)
- Género
- Drama Catástrofes Aviones
- Dirección
- Reparto
- Año / País:
- 1993 / Estados Unidos
- Título original:
- Fearless
- Duración
- 122 min.
- Guion
- Música
-
- Fotografía
- Compañías
- Links
Premios
1993: Oscar: Nominada a Mejor actriz de reparto (Rosie Pérez)
1993: Globo de Oro: Nominada a Mejor actriz de reparto (Rosie Pérez)
1993: Círculo de Críticos de Nueva York: Nominada a Mejor actriz sec. (Pérez)
1993: Asociación de Críticos de Los Angeles: Mejor actriz secundaria (Rosie Pérez)
1993: Asociación de Críticos de Chicago: Mejor actriz sec. (Pérez). 2 nominaciones
"Weir reflexiona sobre los efectos psicológicos de sobrevivir a un accidente de avión. La idea es atrayente, pero la película provoca la somnolencia a causa de sus pretensiones dogmáticas y su cansino ritmo"
Javier Ocaña
[Cinemanía]
6
3
Positiva
1
Neutra
2
Negativa
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El hombre sin miedo
18 de julio de 2008
Maravilloso film de un Weir que recupera temas de mayor trascendencia tras su única, hasta el momento, incursión en la comedia con la interesante pero fallida Green Card. Valiéndose de un núcleo de nuevo basado en el choque ideológico, con su habitual ritmo pausado, contemplativo y rico en matices visuales, Weir reflexiona sobre el miedo, la muerte, la amistad, el matrimonio, la familia o la perdida. La elegancia con la que Weir traslada el excelente guión de Iglesias; el minucioso cuidado con el que coloca la cámara; la manera de sugerir mas que mostrar… hacen de este trabajo una autentica rareza, una joya a defender entre tanta mediocridad, como casi toda la obra del director. Además, como también viene siendo habitual, los actores están imponentes, desde una sufridora Isabella Rossellini como esposa de Max, Tom Hulce (casi desaparecido desde Amadeus) como abogado oportunista, Turturro como psicoanalista de la compañía aérea, una inmensa Rosie Pérez como la mujer que ha perdido a su hijo y ante todo un Jeff Bridges brutal, en una interpretación tan impresionante como inolvidable. Pero tal vez lo que mas termina destacando son ciertas escenas de una inusitada brillantez conceptual y formal: la escena inicial en medio del maizal, la de la cornisa, la del accidente de coche o toda la extraordinaria escena final (de lo mejor del director) que hacen percibir como pocas veces en su carrera el enorme talento de este director australiano. Gran película.
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31 de 35 usuarios han encontrado esta crítica útil
Manteniendo el nivel
27 de agosto de 2011
Esta película narrada por otro director con menos talento hubiera sido mucho peor. Pero Peter Weir consigue transformarla en realmente interesante, gracias al tono, al gusto por el detalle, al simbolismo, a la atmósfera que consigue crear.
La historia es sencilla. Unos supervivientes de un accidente de avión afrontan los traumas de esta experiencia. Pero de ahí a tacharla de aburrida o pesada hay un trecho largo. La película es lenta pero nada aburrida, y si muy intensa, con un amplio abanico de detalles, muy buenos diálogos y secuencias bastante logradas. Ahora si lo que queremos ver es tiros, peleas, sexo y palabrotas, pues puede que nos aburramos.
Todos los actores están estupendos y la trama se desarrolla de manera muy correcta. Es posible que el espectador prefiriese una decantación por temas más existenciales, más filosóficos, en vez de los puramente psicológicos por los que opta Weir. Al final la película afronta la situación desde una postura psicológica, pero no religiosa o metafísica, lo cual la hace ser más limitada.
En fin, obra de muy buen tono, drama psicológico de altura, con el que Peter Weir consigue dar muestras de su maestría.
La historia es sencilla. Unos supervivientes de un accidente de avión afrontan los traumas de esta experiencia. Pero de ahí a tacharla de aburrida o pesada hay un trecho largo. La película es lenta pero nada aburrida, y si muy intensa, con un amplio abanico de detalles, muy buenos diálogos y secuencias bastante logradas. Ahora si lo que queremos ver es tiros, peleas, sexo y palabrotas, pues puede que nos aburramos.
Todos los actores están estupendos y la trama se desarrolla de manera muy correcta. Es posible que el espectador prefiriese una decantación por temas más existenciales, más filosóficos, en vez de los puramente psicológicos por los que opta Weir. Al final la película afronta la situación desde una postura psicológica, pero no religiosa o metafísica, lo cual la hace ser más limitada.
En fin, obra de muy buen tono, drama psicológico de altura, con el que Peter Weir consigue dar muestras de su maestría.
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9 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
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