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El inmigrante (C) (1917)

El inmigrante (C)
22 min.
7,5
2.990
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Cortometraje completo (Sin diálogos)
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Sinopsis
Charlot es un inmigrante que llega a los Estados Unidos en barco desde Europa. Acusado falsamente del robo a una chica, termina trabando amistad con ella, ya que en realidad quería ayudarla dejándole dinero en el bolsillo. En la segunda parte de la película, Charlot deberá hacer frente a un irascible camarero capaz de dar miedo con su simple presencia. (FILMAFFINITY)
Género
Comedia Romance Inmigración Cine mudo Cortometraje
Dirección
Reparto
Año / País:
/ Estados Unidos Estados Unidos
Título original:
The Immigrant (A Modern Columbus)
Duración
22 min.
Guion
Fotografía
Compañías
Grupos
Charlot
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9
Charlot always will be Charlot.
Se podría decir que todas las películas mudas de Chaplin (1914 – 1936) tienen un denominador común, Charlot, siendo este un personaje muy bien definido con su bombín, bigote recortado, sus zapatos característicos; un hombre de clase pobre, desamparado, solitario, humilde, aventurero, enamoradizo y que además es bondadoso, generoso pero también ingenuo y tierno. En definitiva, el paradigma de un hombre anclado en los valores más puros del primer cristianismo, eso es Charlot. Y con el, Chaplin busca retratar a un personaje ejemplar en una sociedad que quizás no lo es tanto (suele resaltar el materialismo de la misma en sus películas).

Pero sobretodo, Chaplin busca hacer reir a los espectadores. Sus mediometrajes buscan la comedia sin muchas más pretensiones, especialmente en sus primeros filmes de la década de los 10 (primeros sí, aunque puedan ser perfectamente unos 50). Así, hace uso del slapstick, con montones de gags, caricaturas, histrionismos... y siempre con su historia de amor de final feliz, dando igual lo que sea Charlot (boxeador, bombero, papelista... o un simple vagabundo) o en donde se encuentre (en el parque, en la playa, en el teatro...).

A todo ello (el gran personaje de Charlot unido a su nivel cómico) se le debe unir otro componente emocional, a veces dramático, que tienen sus películas. Aunque, es cierto, que si los otros dos rasgos siempre están, el emocional no siempre lo consigue de forma tan eficaz (quizás tampoco lo busca siempre). Es precisamente en películas como esta (Charlot, emigrante) o en posteriores como El chico (1921) o La quimera del oro (1925) en donde Chaplin consigue llegar a un nivel de perfección emocional inusitado, uniendo el drama con la comedia, la pena con la alegría, la lágrima con la risa.

Esa es precisamente la base de Charlot emigrante, siendo, quizás (no las he visto todas), la primera película de Chaplin en la que se consigue esta conjunción tan sublime. Pero además, la calidad de los gags me parece incluso mejor que en otros de sus films sin abusar tanto del 'mamporrazo' del slapstick (véase en el spoiler). A destacar también el gran nivel expresivo que muestra Chaplin, también Eric Campbell (el camarero) lo hace muy bien, mientras que Edna Purviance está más gris, pero pasable. Por último, algo que me parece muy destacable, es el nivel en la narración, la historia es simple buscando las emociones del espectador, muy clara, y sin utilizar apenas carteles de diálogos, lo que habla maravillas de la interpretación y de la manera de enfocar el filme, como director, de Charles Chaplin.
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27 de 31 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
Un romántico rincón
Vivir el momento, ese es Charlot.

Creo que el póster anunciador de la película, que es un dibujo muy tierno de la pareja, muy juntos, ante la mesa en el rincón de un comedor, es de un romanticismo perfecto, pero viendo la película resulta algo engañoso ante la trama que se presenta.

La película es grandiosa en toda su elaboración como se afirma; pero no hay que llevarla por caminos erróneos como algunos pretenden, no es un drama dentro del drama de la emigración, hay que saber de qué va la cosa, creo más bien que lo que hay que resaltar es el individualismo de Charlot ante la vida, in-di-vi-dua-lis-mo, per-so-na-li-dad, y de lo que va a presentar en sus trabajos que va a ser clave de su éxito: un alma generosa y la alegría de vivir, así se ganó la admiración por siempre. Charlot va a contracorriente de todo y contra todos, y hay que olvidarse del sentimentalismo barato.

Mientras en el barco de emigrantes, andan todos mareados, Charlot disfruta y baila. Cuando la gente recela de los demás, Charlot admira en secreto a una muchacha. Cuando todo el mundo pide, Charlot regala a la chita callando.

En la segunda parte, Charlot entra a comer a un restaurante muerto de hambre y sin dinero, a pesar del peligroso camarero que amenaza con meter una paliza a cualquier comensal que no pague. Y no le da reparo en invitar a su amada a pesar de ello. Ella se siente inclinada a corresponderlo por verse beneficiada con su ayuda y finalmente se descubre.
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8 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
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