Death Smiles on a Murderer (1973)

Aristide Massaccesi es el verdadero nombre de Joe D'Amato ("Gomia, terror en el Mar Egeo", "Terror sin límite, Absurd"), que además rodó muchas pelis eróticas e incluso pornográficas y con su verdadero nombre presenta este film.

Aquí nos trae un producto realmente extraño, diría que bizarro o cuanto menos, peculiar. Se trata de una cinta que combina elementos del terror por supuesto y del 'giallo' italiano, pero eso sí, no un 'giallo' al uso; también con un cierto aire gótico en la ambientación, añadiría.

Su primera parte, además de incluir un muerto literalmente descarnado, es bastante onírica, y con un argumento cargado de surrealismo. Poco a poco ese onirismo se vuelve más pesadillesco, con escenas como el personaje al que vemos transformada repetidas veces en muerta viviente, pero con imágenes muy desquiciantes e intermitentes.

Además de la atractiva Ewa Aulin (actriz de varios gialli y el clásico de nuestro fantaterror "Ceremonia sangrienta", 1973), actúa cómo no, el siempre inquietante Klaus Kinski, siempre lo comento, pero su físico ayuda a añadir más extravagancia a los films, jaja.

No le niego su cierta originalidad o lo diferente que es, pero me temo que a veces se hace algo aburrida y lenta, aunque se agradecen las varias escenas gore para los amantes del género.

No veo nada significativo dentro de esta precaria película que se la pueda relacionar con el subgénero Giallo, a pesar de ser una producción Italiana con una trama en la que se cometen ciertos asesinatos no deja de ser una floja historia de suspense con toques sobrenaturales y situaciones bizarras.
Cuando digo historia floja me refiero a que es muy difícil de seguir ya que es tremendamente aburrida en su desarrollo inicial, aún así admiro mucho a D'Amato por admitir en una entrevista que no sabe crear suspense en sus películas y por ese motivo recurre a mostrar secuencias sangrientas con vísceras de animales muertos para crear momentos destacados.
En esta ocasión y animado por un gran presupuesto, un reparto decente y mucha ilusión, D'Amato firma esta película con su verdadero nombre Aristide Masaccessi. Sin embargo parece que quiso abarcar más de lo que pudo y desde luego lo que hizo fue una película con un comienzo mediocre, fallido y somnoliento.
Casi todo el peso de la historia recae sobre la bella actriz sueca Ewa Aulin, ella interpreta a una enigmática joven llamada Greta, la cual es acogida en la mansión de un matrimonio de Marqueses tras sufrir un fatal accidente con el carruaje en el que viaja, costándole la vida al cochero que acaba con todos los intestinos desparramados.
Tras el accidente el matrimonio de marqueses deciden llamar a Klaus Kinski, el cual interpreta a un Mad Doctor que investiga un medallón capaz de resucitar a los muertos de su morgue secreta, éste Mad doctor intenta averiguar el motivo por el que Greta ha perdido la memoria tras el accidente con el carruaje.
A partir de entonces todo se complica después de que la bella y encantadora Greta seduce al señor Marqués provocando un triángulo amoroso que lógicamente se complica cuando la esposa del Marqués se percarta de la relación que su marido tiene con Greta. Es entonces cuando la esposa del Marqués decide asesinar a Greta y la empareda en una parte de la mansión, tras este hecho macabro la esposa del Marqués es acechada por la presencia fantasmal de Greta, que parece haber vuelto de entre los muertos para consumar su venganza.

Quitándole su lento y somnoliento comienzo todo se vuelve un poco más interesante tras la muerte de Greta, este salto le da un giro argumental a la película con un toque sobrenatural de fantasmas que desborda mucho suspense y momentos inesperados que al final no dejan tan malas sensaciones como su comienzo.
La ambientación gótica de la mansión y el vestuario es una de las cosas que más destacan, al igual que algunas muertes violentas como el disparo en la cara a la criada de la mansión, o la secuencia en la que un gato le desgarra el rostro a otro de los personajes.
No la apruebo porque he tenido que verla numerosas veces para poder apreciarla y no dormirme a pierna suelta de la somnolencia que me produce su visionado.
Qué conste que aprecio mucho a este director desaparecido que vuelve a deleitarnos también con algún que otro desnudo de la bella Ewa, pero esta película sigue sin convencerme cada vez que la ojeo.