Del espacio profundo (1988)

Tipo prolífico, el tal Fred Olen Ray. Un total de 122 filmes y subiendo. Una leyenda del cine trash, de serie Z y de serie B. Capaz de tocar todos los géneros, desde el erótico, terror con todo tipo de bichos, del estilo Corman al estilo Asylum, la ciencia-ficción más cutre o las novelitas rosas de Navidad. El caso es estar tras la cámara. De Olen Ray he referenciado algunas, pero esta "Del espacio profundo" me ha sorprendido gratamente. Tenía más medios de los habituales. Y los sabe emplear. Aunque está inspirada claramente en "Alien, el octavo pasajero" a la que homenajea clonando alguna de sus secuencias, también toma elementos de los filmes de terror cincuentero de Roger Corman, con la llegada de la nave a la Tierra, y de las películas de terror ochenteras donde el gobierno tiene mucho que ocultar.

Sin embargo, las obras de Olen Ray son bizarras. Todo es exagerado. Y funciona bien en el filme cuando ya entra en faena. Tendremos chicas sexys atacadas por bichejos asquerosos y babosos, sangre a raudales y combates cuerpo a cuerpo de cómic. Aquí el "Alien" no es un ser intocable como en el filme de Scott. Aquí se llevará lo suyo en forma de hachazos, balazos, cuchilladas, envenenamiento y entre todas las armas utilizadas, el uso de la motosierra. ¿Que hubiera hecho Ripley con la motosierra? ¡Glorioso!

El protagonista, Charles Napier, es un viejo conocido de muchos filmes ochenteros, aunque en la mayoría era secundario, como en "Rambo". Aquí es el actor principal y lo borda. Es un papel quasi-paródico, por lo exageradamente masculino que resulta. Un "sobrao". Un macho-alfa de manual. Capaz de seducir a la chica con una hamburguesa y vestido de gaitero.

El monstruo no está muy allá, pero cumple. Recuerda a aquellos eslizoides de la saga de "El Nido" de la Patrulla X, con esa boca llena de dientes.

La película, si no tienes complejos con la sencillez de los filmes ochenteros, se disfruta. Pero tampoco hay que exigirles mucho. Es serie B. de las que ahora se homenajean.