Doctor Who: La película (TV) (1996)

El octavo Doctor. El que menos apariciones fílmicas tuvo y el que fue más longevo, editando audiolibros, cómics y libros, hasta el advenimiento del Noveno, ya entrado el siglo XXI. Y el más injustamente tratado. ¿Pertenece a la época clásica o a la moderna? Es difícil establecerlo. Mi opinión es que pertenece a la moderna, por cuanto en el guión de este filme ya se puede atisbar las características de los Doctores modernos: cierto sex-appeal del Doctor, alejándose de un cierto frikismo al que había llegado, tensión sexual no resuelta con los companions, con los que se interrelaciona más en sus vidas personales. De hecho, este Doctor protagonizará en 2013 un corto denominado "La noche del Doctor" ya en la época moderna, precuela del filme "El día del Doctor", el del 50 aniversario.

La intrahistoria de este filme también merece un capítulo aparte. Tras retirar de emisión la serie con el séptimo doctor, debido , entre otras causas, a una evidente falta de calidad en sus historias y un claro agotamiento del personaje, la BBC buscó socio americano para relanzar la serie con un estilo más estadounidense, más global y facilmente vendible. Esta película era un episodio piloto de esa nueva serie. Su argumento picoteaba conceptos de "Terminator" y otros filmes de viajeros del tiempo y espacio que llegaban a la tierra como "The Hidden", con el Doctor amnésico venido del futuro, otro alienígena que pretende acabar con él , el Maestro, adquiriendo un aspecto, con cuero negro y gafas de sol, que nos recordará al androide asesino de James Cameron. Una companion atractiva, un doctor guapetón, junto a persecuciones nocturnas en moto. Conceptos que se alejaban de la serie clásica. De hecho, el interior de la TARDIS es completamente novedoso, recordando más a un templo de los de Indiana Jones que a una nave espacio-temporal. Un diseño del panel de control que mantendrán, más o menos, en la época moderna.

Filme noventero de aventuras, se ve con sumo agrado, Fue un éxito en Gran Bretaña, pero a los estadounidenses no les cuajó, era aún demasiado british. Y ahí empezó el camino por el desierto, de varios años, con líos por el tema de los derechos, hasta la época moderna.