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Una noche de amor (1934)

Una noche de amor
84 min.
5,0
26
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Sinopsis
Mary quiere convertirse en cantante de ópera y empieza a recibir clases del maestro Guilio Monteverdi. Poco a poco ambos se irán enamorando. (FILMAFFINITY)
Género
Romance Musical
Dirección
Reparto
Año / País:
/ Estados Unidos Estados Unidos
Título original:
One Night of Love
Duración
84 min.
Guion
Música
Fotografía
Compañías
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Premios
1934: 2 Oscars: Mejor banda sonora original, sonido. 6 nominaciones
5
La operística y su mentor
Dirigida por Victor Schrtzinger y protagonizada por Grace Moore, Tullio Carminati, Lyle Talbot y Mona Barrie.

Cuenta como una aspirante de opera (Grace Moore) se pone bajo la tutela de un tal Monteverdi (Tulio Carminati), nada que ver con el famoso compositor, del que acaba enamorándose. El lio viene cuando ella rompe su relación con su pareja (Lyle Talbot) y los celos de la anterior amante de Monteverdi (Mona Barrie) que hará lo posible por destruir relación y carrera de ambos.

La película cuenta con la única nominación que tuvo la actriz Grace Moore, que poco después se retiraría al no volver a tener un éxito semejante y otras vicisitudes, como que el intento de convertirla en pareja de Maurice Chevalier se quedara en nada por la negación de este de compartir la máxima facturación de la película.

También es la primera película que ganó el oscar a la mejor banda sonora original que fue a parar a Louis Silvers. Su otro oscar para John P. Livadary por su sonido.

También estuvo nominada como mejor película, dirección (Victor Schrtzinger) y montaje (Gene Milford).

Vista hoy en da resulta todo demasiado operístico (obvio, tratan de ópera) y encorsetado, pero que sirve como curiosidad si uno quiere conocer las películas que optaron a los oscars en la categoría reina.

Como es de suponer, la película tiene gran número de números musicales para mayor gloria de su actriz que parece ser que tenía unas excelentes dotes canoras, hasta el punto de acusar a la orquesta en un momento musical donde ella no alcanzaba las notas necesarias, tal era ser estrella en la época. El productor, enseguida la puso en su sitio al saber que suya era la culpa, obligándola a pagar el sueldo de un día a toda la orquesta, si no volvía al estudio de grabación. Tal era el poder de la industria cinematográfica en la época.
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