Destino anunciado (2013)

Su vida monótona es elegida, una vida encerrada: “Una casa es como un colectivo del que no te podés bajar” se explica. A él le gusta ver rostros diferentes, dormir en cuartos de hoteles, y comer en diferentes lugares, sin aspirar a mucho más, a diferencia de uno de sus más antiguos compañeros, interpretado por Manuel Vicente, alguien ambicioso, seductor.

El problema principal del film, que al fin y al cabo es un thriller, es el tiempo que se toma hasta llegar a su ritmo. Destino Anunciado se toma demasiado tiempo para presentar a esta hombre solitario y mostrarlo en su vida tranquila y sin sorpresas, en la cual lo único que parece alegrarlo es la presencia de una joven camarera que lo conoce y siempre le sirve la comida con una sonrisa.

Y es que la película empieza de verdad, o mejor dicho, se convierte en el thriller que pretender ser, cuando de repente ella, Clarita, ya no va a trabajar, y no vuelve a verla, desaparece. Así, Pocho decide tomarse vacaciones, algo que aparentemente no ha hecho durante largos años, para irse a un pueblo de mala muerte con la excusa de pescar en una laguna que es apenas un charco. Sin darse cuenta, se ve metido en un misterio que parece tener como protagonista a todo el pueblo.

Tanto Machín como Vicente interpretan de manera sublime a sus personajes, dos caras de la misma moneda. Pero más allá de la creación de climas interesantes, el film deriva en algo que no termina de ser, que no termina de hacerle justicia a sus personajes. La metáfora de la puerta que no cierra bien podría funcionar para lo que sucede con la película. Más allá de que técnicamente Destino Anunciado se presente interesante y correcta, no logra convencer.

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