La purga del bebé (1931)

Primera película sonora de Jean Renoir. Se basa en la pieza teatral del mismo tíitulo de Georges Feydeau. Se rodó en una semana en los Studios Braunberger-Richebé (Billancourt, Francia). Tiene una duración de 46,27 minutos (DVD de 2006). Producida por Pierre Braunberger y Roger Richebé, se estrenó el 21-VI-1931 (Francia).

La acción tiene lugar en el domicilio parisino de la familia Follovoine, a lo largo de unas horas de un día de 1930/31. Narra la historia de Bastian Follovoine (Jacques Louvigny), fabricante de piezas de cerámica, que aspira a conseguir un pedido de 300 mil orinales para el Ejército francés. La elección del Ministerio de Defensa entre los de chapa esmaltada y los de cerámica puede decantarse por éstos, si Follovoine demuestra que los suyos son irrompibles, como dice, gracias a la aplicación de una nueva tecnología. Para tratar el asunto, Bastian invita a comer en su casa a un alto funcionario de la Comisión de Compras del Ministerio, el Sr. Chouilloux (Michel Simon), a su esposa Clemence (Olga Valéry) y al primo de ésta, Horace Truchet (Fernandel). Lo que debía ser un plácido almuerzo de negocios se convierte en un cúmulo de incidentes disparatados.

La película incluye algunas constantes de la filmografía del autor, como su crítica ácida de la burguesía, a la que dibuja como egoista, hipócrita, practicante de la doble moral, devota de las apariencias, produnfamente ignorante (confunden la zeta con la ese) e incapaz de poner orden en los conflictos vanos e intrascendentes que llenan sus vidas, ahogadas en la desidia, la pereza, el descuido, la atención permanente a cuestiones ínfimas y comportamientos presuntuosos. La ineficacia e incapacidad de la burguesía se pone de relieve en las contradicciones que informan el trato que dispensan al hijo, Hervé/"Toto" (Sacha Tarride), de 7 años, con exigencias y carantoñas, que han hecho del él un muchacho impertinente, consentido, caprichoso, mentiroso, maleducado y perturbador. Renoir añade una curiosa escena de sátira del propio cine sonoro, que muestra como especialmente útil para acompañar con sonido vibrante la imprevista rotura de dos orinales. Hace uso de escenas fuera de campo (Chilloux en el lavabo) y de vistosos encuadres de detalle (fragmentos de las piezas rotas). Basa la farsa y la sátira en una acción disparatada y alocada, pero efectiva, que complació al público del momento.

La música se limita a la de presentación del film, que acompaña los créditos iniciales con aires de charanga circense. La fotografía, de una sola cámara, crea planos de excelente composición plástica y realza los lances comicos visuales. El guión hilvana secuencias de humor intenso, mordaz y desaforado. Sobresale la interpretación de Michel Simon, actor fetiche de Renoir. Son destacables las intervenciones de Louvigny y Marguerite Pierry. Fernandel tiene un papel marginal. La dirección se volcó en el trabajo con entrega y pasión.

Película interesante por si misma y por su valor documental.

Así se puede definir esta película de Renoir que pertenece a su etapa más primitiva lo cual no le resta interés al film sino todo lo contrario.
Con una duración similar a la de un mediometraje nos encontramos ante una especie de pieza teatral filmada con gran desparpajo y muy buenos diálogos y situaciones made in Renoir.
Una cierta crítica a la burguesía Francesa del momento antecede a la realizada en la " Regla del juego " ( ese maravilloso film del propio Renoir ).
La fotografia es impecable al igual que la dirección de Renoir.
La trama gira en torno a un asunto que aun teniendo un leve toque escalógico es conducido por Renoir con gran sutileza y a la vez con una cierta acidez que hacen que el visionado de esta película sea necesario para ver el buen cine que ya en los orígenes del sonoro se hacía.
Un saludo, Efelson.