El único y gran Iván (2020)

Debo reconocer que tenía cierto prejuicio ante esta nueva obra de Disney por ciertas razones. El trailer dejaba un aliento visual tan digitalizado que recordaba a la decepción en CGI que dejó “La llamada de lo salvaje” y más aún con animales que hablan, y lo que más me espantaba era que estaba Thea Sharrock en la dirección, segundo largometraje tras la decepcionante “Antes de ti” (2016) y su espíritu egoísta. Sin embargo tras ver la buena recepción de la crítica y que al que está escribiendo estas palabras le gustan casi todas las películas de animales sean de la productora que sea pues había que darle un voto de confianza tras los descalabros Disney de este año “Artemis Fowl” y “Mulán”.
Sorprendentemente, “El magnífico Iván” me ha parecido una de las películas familiares más enternecedoras de los últimos años. Sharrock maneja con buen pulso adaptando la historia real con el encanto y emotividad que no tuvo con su debut cinematográfico. Con una variedad musical para quitarse el sombrero por parte de Craig Armstrong y unos efectos visuales muy cuidados (espero que vayan a los Óscar como “Tenet” y “Project Power”) cuentan una historia familiar bastante dramática. Quizá con un corte más clásico e infantil en su tono pero sabiendo ser adulta y madura cuando tiene que serlo.
La película está llena de ternura y sensibilidad con un tono afable pero sin perder un ápice de dramatismo equilibrado con el humor. Retrata con equilibrio lo mejor y lo peor del ser humano aunque siempre desde un prisma esperanzador dentro de un entorno hostil. Recuerda bastante “Dumbo” de Tim Burton que tan criticado (aquí un defensor de ella) fue por no apegarse tanto a la cinta original. “El magnífico Iván” habla de los humanos más comprometidos con la naturaleza a la vez que interesados en bienes económicos como el maltrato animal y el hogar ideal para ellos. Disney vuelve a plasmar una brillante personalidad en los animales evocando a sus clásicos de antaño sin maquillar las inquietudes de los animales y los deseos de ellos. Stella, la tía de Ruby, ambas elefantas es posiblemente el corazón de la cinta y la que da el golpe de efecto a la trama que es el eje central de ella, la libertad. No voy a entrar en más detalles para que vean a través de emotivos flashbacks historias que dan pie a profundizar en los personajes principales adecuando la historia a la realidad vivida en los años 60 que veréis explicada en los créditos finales.
En definitiva, “El magnífico Iván” es para mí una de las mejores películas del año, tan conmovedora y esperanzadora como ideal para ver en familia. Tan llena de diversión y aventura como reflexión madura para todo el mundo. De obligado visionado en escuelas y una de las mejores y más frescas aunque tenga un corte convencional de la era Disney de esta última década tan plagada de remakes. Aunque pueda resultar predecible y a ratos ñoña, muy posiblemente los niños de esta generación no la olvidarán y la ternura que desprende Sharrock la cual me hace ver con otros ojos su futuro cinematográfico. Espero que disfruten de ella en Disney plus porque es amena, emotiva y reflexiva además de mantener un tono perfecto.
Una pena que Dolittle dentro de su calidad deficiente tenga ese punto de animales parlantes en común y la de Disney dándole cien vueltas no la haya visto absolutamente nadie.

Gracias a la excelente adaptación de Mike White del libro de libro Katherine Applegate, Sharrock nos muestra la historia del Gran Ivan, un gorila que existió en la vida real. Un tierno cuento de amistad,solidaridad y compañerismo con un final feliz.

En esta interesante producción llena de aventuras, pasión y entretenimiento poco a poco el espectador es atrapado por la gracia de sus personajes humanizados, quienes conviven en un pequeño circo donde se desarrolla gran parte de la trama.

Una película para ser vista ver en familia y reflexionar sobre la irracionalidad del ser humano como agente que interfiere en el habitad la biodiversidad de las especies que conforman parte del reino animal y las consecuencias de la vanidad y arrogancia del ser humano.