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Jamón, jamón (1992)

Jamón, jamón
95 min.
5,4
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Sinopsis
José Luis es el hijo de un acaudalado matrimonio que posee una fábrica de ropa interior masculina, en la que trabaja su novia Silvia. Cuando ella se queda embarazada, él promete casarse con ella a pesar de la oposición de sus padres. Con el fin de frustrar esa boda no deseada, la madre decide contratar a un joven aspirante a torero para que seduzca a la joven. (FILMAFFINITY)
Género
Comedia Drama Romance Vida rural Melodrama
Dirección
Reparto
Año / País:
/ España España
Título original:
Jamón, jamón
Duración
95 min.
Guion
Música
Fotografía
Compañías
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Premios
1992: Festival de Venecia: León de plata (mejor director)
1992: Premios Goya: 6 nominaciones, incluyendo mejor película, director y actor
1993: Premios Ondas: 2 premios.
2
Una crítica doble: Aquí el que no folla es que no quiere / Duelo jamonero bajo el sol
Sí, destrozo la película sin necesidad de ir al spoiler. Queda avisado el que no haya visto la peli y quiera verla.

Bien hagamos un adelanto de “Jamón, jamón”. Stefania Sandrelli y Juan Diego están casados. Ambos son los padres de Jordi Mollà. La Penélope Cruz es la novia del crack de Jordi. También es la hija de Anna Galiena. Y Javier Bardem es un chuloputas que pasaba por allí. Bien, vale, perfecto.

Veamos por donde comenzamos con esto. Jordi Mollà se folla a la Pene que es su novia como es natural y a la que deja embarazada, pero es que el tío en sus ratos libres también se folla a la madre de la Pene. La madre de la Pene aquí tan sólo se folla a Jordi Mollà, pero, por lo visto, en el pasado tenía asuntillos con ese crack llamado Juan Diego (uno de mis dioses después de verlo en “Vete de mí” pasar una noche sin dormir jugando al Pro). A su vez, con Juan Diego, al final tengo que suponer, que se acaba follando a la Pene o por lo menos a eso me lleva el morreo que se pegan juntos antes de ir a la memorable escena final. Stefania Sandrelli, que como con su marido se ve que copula bien poco, se lo tiene que montar un par de veces con Bardem, y Bardem se lo monta también con la Pene. La Pene, la chica a la que sus tetas en cada escena le saben diferente, ya sea tortilla de patatas, ajo, jamón, cebolla o directamente polla, porque desde luego tres tíos en una película.... vamos eso ni Scarlett durante un rodaje. Al final el que queda como un pringao en la película es Jordi Mollà que ve como Bardem se folla a su novia y a su madre.

Por lo demás, supongo que Bigas Luna es homosexual y se quería tirar al Bardem, porque los primeros planos de su paquete, especialmente en su inicio son esclarecedores. Lo pone a torear en pelotas junto a otro tío que enseña también el paquete, pero este último no folla, jodido pringadete. Pero la escena cumbre, aparte del duelo jamonero del final, es una escena en la que Mollà se lleva a la Pene (para follársela por supuesto), esta no quiere, y acaba cabreadísimo diciendo que si quiere a otro y subiéndose a un cartel para darle puñetazos a los huevos del famoso torete. Adelantos de Jordi en el arte de la sobreactuación.
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179 de 260 usuarios han encontrado esta crítica útil
10
La jamona y el macarra
Cuando veo el cine español actual, tengo la impresión, en gran parte de las películas, que éstas podían haber sido rodadas allende de los Pirineos. ¡Será que al final es cierto que somos Europa! Sin embargo, “Jamón, jamón” sólo podía rodarse aquí. Es tan española como la tortilla de patatas, como esos ajos que toma Stefanía Sandrelli hasta ahogarse emocionada por el recuerdo de esos huevos de toro que porta Javier Bardem, como ese toro de Osborne que fija el símbolo de la masculinidad de todo un país bebedor de “Veterano”.
La historia es una exploración impúdica del machismo, de la esa pasión que corre por la sangre española sin ahorrarse exageraciones, pues su gracia, que la tiene, radica en trabajar siempre desde los extremos, con personajes situados al filo en la nada de Los Monegros. De hecho, todos ellos están creados desde esa perspectiva: La madre termina siendo una puta; la puta termina siendo una madre; el pijo lucha contra el macarra. Todo aderezado con una pasión que será la que condimente los azares de estos personajes hasta lograr un retrato ardiente de la pasión (no sólo por el jamón, sino también por las “jamonas”) en un drama escrito a ritmo de comedia, pero contado con el desgarro de un bolero triste.
El guión es impecable, contó con la colaboración del genial escritor Quim Monzó, y traza un panorama reconocible por todos logrando, tras ese acercamiento tan íntimo, una universalidad (fue un éxito en todas partes). El reparto es excepcional. Es la primera película de Penélope Cruz (antes sólo había participado en un vídeo de Mecano), que junto con Bardem y Molla (también en sus primeros papeles) componen ese triángulo cruzado también por los deseos de Juan Diego, Sandrelli y Anna Galiena (más espectacular y carnal que nunca, aún más que en "El marido de la peluquera").
“Jamón, jamón” tiene sabor a fritanga, a puticlub de carrretera, a hembras y machos en celo; pero todo escrito con “Ñ” mayúscula, desde una hispanidad caricaturizada, en ocasiones patética, pero siempre verídica.
De hecho, con esta película inaugura Bigas Luna una trilogía que iría decayendo a cada nuevo título (tras terminarla vino la desastrosa “Bámbola”), pero que merece la pena contemplar en su conjunto, para saborear la singularidad de un Bigas más Bigas que nunca y que añoramos a los que nos gusta el cine espaÑol.
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93 de 130 usuarios han encontrado esta crítica útil
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