Screwed (2011)

James D´Arcy, resulta el actor idóneo para ejecutar la aproximación a la historia real de Ronnie Thompson como funcionario de algunas de las prisiones más complicadas del Reino Unido. Mantiene un perfil bajo durante los primero minutos, hasta que entiendes que existe una profunda desavenencia interior, tras ese aspecto torvo y solapado.

"Screwed" no tarda mucho en mostrar su lado más tortuoso, reflejando lo que en cualquier cárcel con mayor o menor acierto, hace tiempo quedó patente

El subgénero carcelario siempre ha sido bastante prolífico y ha dado obras tan notables como “Fuerza bruta”, “La fuga de Alcatraz”, y algunas obras maestras como “La evasión”. Recientemente, la francesa “Un profeta”, o la exitosa “Celda 211” son muestras de que el subgénero sigue latente.

“Screwed” se centra en una prisión muy conflictiva del Reino Unido, en donde la mayoría de los presos son altamente peligrosos y no tienen remedio. Es claramente inferior a todos los títulos mencionados y, en realidad, no aporta nada que no hayamos visto ya. Sin embargo, está bien rodada, con una buena dirección, tiene una narración diáfana, mantiene el interés, dentro de lo que cabe, y, en definitiva, cumple con lo que se espera de ella.

Entre lo más destacado, figura su protagonista, James D´Arcy, quien realiza un buen trabajo. Sabe utilizar su mirada y aporta credibilidad a los vaivenes emocionales de su personaje, basado en una historia biográfica, que parece tener menos libertad que alguno de los presos a los que custodia. También me ha llamado la atención su mujer, Kate Magowan, con poco protagonismo, pero lo hace bastante bien como soporte emocional y esposa sufridora. Muy bella, por cierto.

Viendo esta película, violenta, llena de trapicheos entre rejas, y con malos dentro y fuera de prisión, parece una quimera la reinserción de presos. Por desgracia, corruptos siempre ha habido, y por lo que parece, siempre habrá.

Sin ser una maravilla, “Screwed” se deja ver. No es que sea demasiado, pero al menos, no decepciona. A mí me ha hecho pensar en la dificultad que tiene la profesión de funcionario de prisiones. A veces, como en el caso de Sam (James D´Arcy), no está pagado.