Mr. Bean (Serie de TV) (1990)

Egoísta, infantil, solitario, maniático, tacaño, anacrónico, gafe, tímido... raro, en una palabra. Parece mentira que un adulto cercano a la cuarentena que se comporta así sea capaz de desvivirse por un osito de peluche.

Estamos ante un clásico de la comedia televisiva mundial que ha alcanzado ese estatus con tan sólo 14 episodios.
Bebe mucho del cine mudo (en mis críticas a las películas de Buster Keaton podréis leer algunas de las clarísimas referencias/homenajes que he ido encontrando), pero no deja de ofrecer sus meritorias aportaciones al género.
Hace poco me enteré de que Steven Spielberg comparte mi admiración por la excepcional mímica de Rowan Atkinson. Al parecer ofreció financiación a los creadores para su adaptación al cine, pero éstos la rechazaron para poder contar con el equipo de siempre –al final la cagaron–.
También conoció una flojilla adaptación animada de cuarenta y tantos capítulos que no sé yo si vería mucha gente.

Junto a "Los Simpson" y "Padre de Familia", una de las series con las que más me río.


Mis notas por capítulo (me los sé todos de memoria, je, je):

• Episodio 1: Mr. Bean (7.9). Mr Bean comienza a impartir sus infructuosas lecciones. Primero nos enseñará un montón de formas de copiar en un examen; luego, los pasos para poder quitarnos los pantalones y ponernos el bañador sin que en ningún momento se nos vean los cascarones; y por último, cómo permanecer despiertos en una soporífera misa.

• Episodio 2: El regreso de Mr. Bean (7.65). ¿Cómo comprar sartenes del tamaño adecuado? ¿Cómo cenar gratis el día de nuestro cumpleaños? ¿Cómo deslumbrar en la recepción a su Majestad? Las respuestas están aquí.

• Episodio 3: La maldición de Mr. Bean (7.9). Una mañana en la piscina puede ser muy divertida, siempre y cuando no pierdas el bañador. En cualquier caso, siempre podrás olvidar cualquier incidente desagradable preparándote un suculento almuerzo en el banco de un parque o viendo una película de terror en el cine con tu amiga más "íntima".

• Episodio 4: Mr. Bean va a la ciudad (7.7). Bean se hace un lío gordísimo al sintonizar su nueva televisión. Por la tarde le roban su Polaroid en el parque, pero en una rueda de reconocimiento descubre al ladrón gracias a su prodigiosa "memoria fotográfica". No hay mejor manera de desahogarse tras un mal día que llevar a tu mejor amiga a la discoteca, salvo si ésta se enfada y se va a bailar con otro.

• Episodio 5: El problema de Mr. Bean (9.0; mi favorito). ¿No se te han pegado nunca las sábanas una mañana en que tenías una cita con el dentista? Mr. Bean tiene recursos suficientes para desayunar, asearse y vestirse al mismo tiempo que conduce; y también para improvisar un empaste en la consulta. Una merienda en el parque puede relajar mucho, aunque haya avispas que se pongan pesadas.

(Ver en el SPOILER el resto de capítulos. Apenas desvelo un escueto resumen de cada uno.)

Impagable e inimitable serie de humor del espléndido cómico británico Rowan Atkinson. Mr. Bean es un personaje egoista, miserable y repelente, cuyas andanzas desternillantes han cautivado a medio mundo. La falta de diálogos de esta carismática producción televisiva conecta directamente con Charlot y otros pioneros del cine cómico sin palabras. Es cierto que cuando Atkinson se ha salido de la fórmula del corto y ha accedido al largometraje cinematográfico, sus personajes pierden mucha efectividad. No obstante, me parece que estos 14 capítulos completan la mejor serie cómica de las últimas décadas.
Por último, recomedar la sátira histórica que el creador de Mr. Bean realiza en su serie anterior: "Black Adder", también disponible en DVD.