Carmina (Miniserie de TV) (2012)

Esta tv movie podría titularse “La muerte Carmina con tacón alto”, “Carmina o revienta” o “Fuego Carmina conmigo” ¡Y todos estarían Divinamente! Calificada por muchos como una serie de tiros o un biopic-ldora llega “Carmina” para reventar nuestros cerebros. Un inciso… por favor, que Paquirri sobreviva en alguna tv movie de Telecinco… please. De rodillas te lo pido… que él no tiene la culpa de na’. El arranque es brutal (y mortal). Los hijos de Carmina discuten y lanzan sus cenizas al aire para formar en el aire la palabra… ‘Carmina’…. No había visto unos títulos de crédito con tanto polvo y ‘rocío’ en toda mi vida. ¡Qué ridículo! Que esté dirigida por Miguel Albaladejo confirma que la tiña… tiña se queda. Toca, efectivamente, escupir cenizas de una muerta. ¡Qué asco!

Carmina, desde pequeña, lo tenía claro: «Quiero dormir con un chico cuando sea mayor… Un chico guapo». Tonta no era, claro. Empieza fuerte con la gran frase de la serie: «El cupo de putas está este año está cubierto»… El de bodrios en pantalla, al parecer, no. El material dramático alterna “Al salir de clase” y un culebrón barato y comedido entre multitud de elipsis y poco tocamiento divino de melena Loreal. La apuesta pasa por la idea preconcebida de niña mimada educada para ser la esposa de un torero y ‘desmelenarse’ para irse de vacaciones por Marbella y ser chica yeyé (y conocer de lejos la coca…). De la fiesta disco-puti-marbellí al hippie con pajarita. Las reporteras entrevistan en plena pista de discoteca y son timadas con vileza.
Entre cornadas en off (con dolby surround) y la frase en el hospital de Paquirri: «No te imaginas lo que es que te atraviese un cuerno». Desde luego esta miniserie es un cuerno astado ‘enculador’. ¡Qué mala! La frase «¿Qué coño vendes?» lo resume todo. Pues ‘er coño’ (y las tetas) al parecer. Se ve… pero no se toca, claro.

Ay, el amor… Que un torero me hace tilín y no tolón, que un perroflautas me hace tolón y no tilín… Que si crezco y me voy a conocer a un cantautor que me cante el cuento de vida que llevo. Las pastis una tras otra entre caladas de cigarrillos, entre cáncer familiar y como telón de fondo una terrible maldición: no puede estar sola, como su padre.

El momento más espeluznante es la venganza, a lo “Kill Bill”, que prometen los hijos de Paqurri y Carmina al toro que mató a su padre a puerta de portería de jardín. Espeluznante, lo dicho. El césped, digo. Lo tienen fatal: por las mañanas destrozado por los niños y el fútbol y por la noche zapateo, garrafa y fiesta. Efectivamente, esta miniserie hace lo que le sale de los ‘santos ovarios’ de Carmina.

Tal vez peque de inculto e imbécil, pero debo reconocer que no me disgustó esta mini serie sobre la hija de los Ordoñez.
La gente ha puesto el grito en el cielo con esta mini serie de dos capítulos, diciendo de todo menos que está bien. Pero a mí no me ha defraudado.
Hay que reconocer que no es una mini serie de calidad, pero tampoco uno creo que fuera a ver eso. No obstante, dentro de todo uno disfruta y no pierde el interés por saber que le llevó a esta mujer que lo tenía todo a suicidarse en el baño de su casa.
Tengo que decir que Patricia Vico hace un buen trabajo poniéndose en la piel del personaje. Pero las otras dos actrices que dan vida a Carmen Ordoñez en la niñez y en la adolescencia, realizan un trabajo nefasto. Cuando empezó la serie con estas dos actuaciones creía que iba a cambiar de canal. Sinceramente sus actuaciones son horribles, y la historia está narrada de un modo que no se sigue bien el hilo.
Por suerte pronto entra Patricia Vico y arregla todo. Además el guión se vuelve más pausado y no cuenta la historia tan a saltos, haciendo que la narración resulte más coherente.
En fin, nueva mini serie de Telecino que sigue aprovechando el tirón de público que muestra interés en saber la vida de personajes famosos españoles. Una mini serie que causó mucho revuelo debido al gran personaje mediático que fue Carmina, y sobre todo por la cantidad de incertidumbres que siguen sin resolverse en su vida y en su familia.