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Jay y el silencioso Bob: Veinte años después (2019)

Jay y el silencioso Bob: Veinte años después
105 min.
4,6
2.148
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Sinopsis
Cuando Jay y Bob el Silencioso se enteran de que van a hacer un reboot de 'Bluntman & Chronic', deciden ir a Hollywood a detenerlo como sea. De forma inesperada, además Jay se encuentra con que un antiguo amor tuvo una hija suya. Esta hija, que se parece enormemente a él, le pide a él y a Bob que lleven a ella y a una amiga a Hollywood con ellos. (FILMAFFINITY)
Género
Comedia Secuela Road Movie Cine dentro del cine Cómic Sátira
Dirección
Reparto
Año / País:
/ Estados Unidos Estados Unidos
Título original:
Jay & Silent Bob Reboot
Duración
105 min.
Guion
Música
Fotografía
Compañías
Grupos
View Askewniverse
5
Un regreso decepcionante pero cargado de nostalgia y corazón
Soy fan de Kevin Smith. Lo dejo claro desde un primer momento. Creo que Clerks, Mallrats y Dogma son comedias maravillosas, que Persiguiendo a Amy es un gran drama independiente (aunque para un servidor no está a la altura de las anteriormente citadas), que Clerks 2 es una secuela más que digna y gamberra, y que Jay y Bob el Silencioso Contraatacan es una broma divertida que siempre formará parte de mi corazón.

Este es el Kevin Smith que amo, y por eso es uno de mis directores (o guionistas, como se prefiera) favoritos de todos los tiempos. Lamentablemente, llegó una época oscura donde se dedicó a fabricar productos vacíos y estúpidos como ¿Hacemos una porno? o Vaya par de polis (Cop Out), o productos enfermizos y bizarros a los que no había por donde coger como Red State, Tusk (la peor de todas ellas) o Yoga Horses. Curiosamente estas dos últimas estarían entre lo peor que he visto en mi vida (y no es broma). Jersey Girl no la incluyo en su debacle porque siempre me ha parecido un film simpático e inocente.

Pues bien, desde que se anunció una nueva entrega de uno de los dúos más impagables e hilarantes del celuloide (sí, Jay y Bob) mis expectativas eran bastantes, a pesar del agujero negro en el que había quedado atrapado el bueno de Kevin, resistiéndose a escapar.. hasta ahora, ya que no hay nada mejor que volver a los éxitos del pasado y tirar de nostalgia (algo que, por cierto, el director crítica en el film que nos ocupa sin pudor alguno).

No obstante, mis expectativas cayeron al inframundo en cuanto se mostró su tráiler, ya que la estética era chapucera, todo eran cameos y parecía que íbamos a estar ante un desastre. La película se estrenó de forma limitada en USA hace  unos meses y aunque recibió un par de palmaditas (o favores) por parte de la crítica especializada, ha pasado sin pena ni gloria, no gozando del ruido y el éxito de sus primeros trabajos.

Seamos sinceros. La primera entrega de Jay y Bob en solitario no era ninguna obra maestra, pero tenía algo que la hacía única, ya sean sus bobadas sin sentido, sus gags hilarantes o que no se tomaba en serio a sí misma, siendo una comedia tan disfrutable y única, aunque jamás al nivel del trío nombrado en el primer párrafo. 

Pues después de esta introducción, toca hablar del reboot (en realidad secuela). ¿Es tan mediocre como cabría esperar? No. ¿Es una digna secuela? Tampoco, aunque tiene cosas rescatables. ¿Es una buena película? Seguramente tampoco, pero hay algo en ella que la salva de la quema. Pero, como siempre, vayamos por partes.

La dirección de Kevin Smith es la que es. Dirigir jamás ha sido su punto fuerte, y se nota el escaso presupuesto, siendo llamativo que la primera entrega (que tiene casi veinte años) luzca mucho mejor que su secuela, en la cual hay momentos que parecen de película de directa al mercado doméstico (que más o menos es lo que ha acabado siendo) o de televisión. La película no luce nada bien, eso seguro, aunque hay algún momento logrado (pero muy puntual).

En cuanto al guion, es bastante sorprendente por dos motivos, uno negativo y otro positivo. El negativo es que (por incapacidad o por pereza) la película apenas hace gracia. Sólo me salió una sonrisa (que no carcajada) en algunas apariciones especiales, no funcionando ningún gag de la cinta, aunque se intenté homenajear (o copiar descaradamente) algunos de los mejores momentos de la original, fracasando en el intento.

Y es que los nuevos personajes no funcionan (me refiero a los secundarios, no a la hija de Jay y sus amigas) y se pierde totalmente la incorrección política que hizo grande a Smith, apostando por un tono más familiar y apto para todos los públicos. Y es ahí cuando llega lo positivo, ya que la película tiene corazón y es emotiva en muchos momentos, notándose (de lejos) la carta de amor de Kevin Smith a su hija. Porque eso es lo que es la película, una aventura sobre la paternidad donde poco a nada importa lo que sí tenía sentido en el pasado (que es boicotear una adaptación de cómic).

Me funcionan las partes sensibles de la cinta, ya que el bueno de Kevin sabe plasmar el conflicto paternal del protagonista, aunque, lamentablemente, fuera de eso poco hay más que rascar aparte de los cameos especiales (todos reventados en el maldito tráiler). Con un poco más de esfuerzo en la parte cómica de la cinta podría haber salido algo genial, creo yo.

En cuanto al reparto, tenemos a unos entregados (de nuevo) Jason Mewes (se notan los años... y el uso de las drogas) y Kevin Smith (delgado, debido a su reciente infarto), que vuelven a formar un dúo impagable y genial. Obviamente, el que lo da todo es el primero, con un personaje conocido por todos pero mucho más complejo.

Y es que Smith ha querido que maduren sus personajes, y quizás eso decepcione a algún que otro fan aferrado a la idea de que Jay es un porreta deslenguado que jamás va a hacer nada más en la vida, pero todo eso cambia.

Lamentablemente se sacrifica el humor por el camino, pero por otro lado se nos da la que seguramente sea la interpretación más intensa y madura de Mewes. Sí, Jay ha evolucionado y ya no es el mismo. Nos toca aceptarlo (y aplaudirlo) o renegar, y yo me he decantado por lo primero.

En cuanto al resto del reparto, todos cumplen, aunque destacan y se agradecen las aportaciones de Matt Damon (en una aparición metida con calzador pero, a la vez, fabulosa y necesaria), Jason Lee (con su personaje de Mallrats y con más minutos en pantalla que en la original, cubriendo el hueco de Affleck en aquella), un desternillante Chris Hemsworth o un hilarante Ben Affleck, de nuevo, riéndose de sí mismo (marca de la casa, y es que el actor da mucho juego), y en una aparición cargada de nostalgia y buen hacer, y que pone punto y final a una historia que necesitaba un The End como Dios manda. Y hasta ahí puedo leer.

Sigue en spoilers sin spoilers por falta de espacio.

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25 de 29 usuarios han encontrado esta crítica útil
3
pero todavía seguimos así?
Debo decir que me divirtieron los personajes de Jay y Bob en el pasado, tenían su gracia irreverente,su postura suavemente anti-sistema y cierta originalidad en el acabado final. Este es un fallido intento de resucitar la idea, ni siquiera hay una idea, la idea es hacer la película y en ese proceso "creativo" insertar una sucesión de gracietas, giros de palabras,hablar a cámara y demás guiños propios de pelis tipo "Porky´s contraataca". Decepción absoluta es lo que me ofrece Kevin Smith , dejándome bien claro que no ha avanzado ni un paso en la maduración de la saga (ni en la maduración en general) y creo ver en la cinta la urgencia de sus protagonistas por cambiar la piscina o alicatar los baños. Solamente para muuuy fans del original, los demás se lo pasarán mejor visitando a sus suegros.
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13 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
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