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Volverás a mí (1960)

Volverás a mí
92 min.
5,2
88
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Trailer (INGLÉS)
Sinopsis
Un brillante y egocéntrico director de orquesta necesita convencer a su esposa, una concertista de arpa que lo ha abandonado, para que vuelva con él, ya que la empresa patrocinadora de su orquesta así lo exige. (FILMAFFINITY)
Género
Comedia Drama Romance Música Comedia romántica
Dirección
Reparto
Año / País:
/ Reino Unido Reino Unido
Título original:
Once More, With Feeling!
Duración
92 min.
Guion
Música
Fotografía
Compañías
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7
Un magnífico bodevil
Soy cinéfilo y escritor de novelas, las cuales muestran una cierta influencia cinematográfica. Filmaffinitty es un punto de referencia para todo aficionado al cine, que desea saber si una película merece o no la pena, a pesar de que opiniones las hay como estrellas en el firmamento. De buena a mala, o simplemente pasable, la película que nos ocupa merece el calificativo de: BUENA.
Estamos ante una deliciosa comedia en la que la música es el elemento catalizador. Ya desde el principio los créditos de Maurice Binder nos preparan para la función. Una función de efluvios teatrales dotada de un ritmo ligero y unos diálogos tan rápidos como chispeantes. Un flujo trepidante que nos recuerda las mejores películas de Cary Grant en el estilo de "La fiera de mi niña". Las interpretaciones de los dos protagonistas son maravillosas y se acoplan el uno al otro como el sonido y el eco. La malograda Kay Kendall tenía un don natural para la comedia, y aquí lo despliega a la perfección. Por su parte, Yul Brunner nos deleita con una interpretación muy alejada de sus papeles habituales. Ya lo vimos en este tipo de registro en la anterior del mismo año "Una rubia para un gánster", también de Stanley Donen. El guiño que hace en la película en relación a su calvicie, no tiene pago. Mención aparte merece la recargada decoración de la casa del protagonista, repleta de lienzos y bustos de su persona que reflejan el carácter ególatra del mismo. Que sean representaciones del rostro de Yul Brynner, le otorga un encanto adicional, mientras nos percatamos de su sugestivo rostro y del poder de su mirada. En resumidas cuentas, estamos ante una película un tanto desconocida de Stanley Donen, pero no menos brillante que otras suyas, y esto significa diversión garantizada a través de la mirada de un realizador que se especializó en la difícil tarea de plasmar las emociones internas de los personajes y su afán por comprenderse a través de las, a veces, peculiares "guerras de sexo", como ya demostró en la carismática "Página en blanco", también de 1960.
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