Un muro de silencio (1993)

La ópera prima de Lita Stantic, exitosa productora de otra gran directora argentina - María Luisa Bemberg - es una película que se inscribe en un contexto social muy especial.
Por presión de las fuerzas militares argentinas, en 1987/88 a través de dos leyes, se cierra el camino judicial contra los crímenes genocidas cometidos durante la dictadura militar. Luego en 1990, otro presidente electo, también por presión de los altos mandos, dicta el indulto a todos los generales detenidos.
La valiente película de Lita Stantic trata de romper el muro silencioso construído con la complicidad de algunos dirigentes políticos y cierta pasividad civil, sobre los crímenes de lesa humanidad.
La película entra en la categoría de cine dentro del cine. Un metafilm, que se extiende como metáfora a la memoria. La construcción, la reconstrucción y la vivencia todo supuerpuesto en planos que mezclan, desde la ficción, lo real.
La carrera de Lita es mucho más importante y desarrollada como productora ( Camila; Yo, la peor de todas; Bolivia; Mundo grúa; La ciénaga; Un Osos rojo, etc) pero en esta incursión en la dirección - única película hasta ahora como directora - despliega un mirada comprometida con lo social.
La película cuenta con un elenco de muchísima calidad y con el protagónico estelar de la gran actriz Vanessa Redgrave.

El pasado cuando no se lo recuerda, sale debajo de la alfombra como un grito que no puede ser silenciado. Una bella película que nos remite a un pasado doloroso que siempre vuelve.

Ópera prima de la productora Lita Stantic que narra la reconstrucción de una historia de desaparición ocurrida durante la Dictadura Militar Argentina; aunque tal vez no sea el mejor filme que se ha hecho del género, cabe mencionar que es una propuesta demasiado atractiva para el espectador. Con una narrativa clave e impecable la cinta nos va sumergiendo en ese mundo de olvido y miedo por parte de cada uno de los personajes, aunque a veces la trama se llega a tornar un poco lenta y pesada; la cinta logra ser más que un discurso político y se convierte en la visión femenina de una directora comprometida con lo social y la denuncia.