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Cuestión de principios (2009)

Cuestión de principios
115 min.
6,4
1.741
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Sinopsis
Castilla, modesto empleado portuario a punto de jubilarse, posee un ejemplar de una vieja revista que Silva, su nuevo y joven jefe, quiere comprarle a toda costa para completar su preciada colección. Sin embargo, Castilla rechaza la oferta con el fin de darle una lección, demostrándole que no todo en la vida tiene un precio. Las tentadoras ofertas de su obsesivo jefe provocarán un conflicto entre Castilla y su familia. (FILMAFFINITY)
Género
Comedia Drama
Dirección
Reparto
Año / País:
/ Argentina Argentina
Título original:
Cuestión de principios
Duración
115 min.
Guion
Música
Fotografía
Compañías
Premios
2010: Premios Sur: Mejor guión adaptado
7
Lo bueno de lo viejo
“Cuestión de principios” combina varias líneas narrativas que circulan por los canales de la comedia dramática. Estética y narrativamente, es una película convencionalmente clásica, que se parece a los valores que encarna su protagonista principal, un impecable Federico Luppi que apela a su no tan frecuente costado de comediante.
Basada en un cuento de Fontanarrosa, se trata de una historia que transcurre en medio de las transformaciones empresariales que se impusieron en los años noventa, desde lo edilicio y estructural hasta lo gerencial.

Federico Luppi es un empleado de la guardia vieja, que a pesar de sus méritos nunca ha ascendido a un puesto relevante en su trabajo. El lugar que podría haberle correspondido, le toca al personaje de Pablo Echarri, un joven empresario yuppie, que desembarca en la renovada empresa, luego de varios posgrados europeos, que lo han adiestrado sobre las reglas del marketing y el cinismo. Vive solo y como hobbies obsesivos acumula algunos objetos especiales. El conflicto surge el día en que se entera de que su empleado posee una revista antigua, precisamente la única que le falta para completar su colección privada. Cuando quiere comprarla, Luppi se niega porque ésta tiene para él un valor sentimental.

Pero el jefe no se resigna y la dignidad del personaje de Luppi se pone a prueba. Su mujer es la primera en presionarlo para que acepte las sumas cada vez más elevadas de dinero que le ofrece Echarri.
Las idas y vueltas sobre este dilema ético instalan un tenso suspenso que gira en torno de la decisión final que tomará el protagonista.
Un costumbrismo risueño es el tono dominante en toda la película, el mismo que a Fontanarrosa le servía para observar personajes de la vida cotidiana, con ingenio y humor.

La parodia tiene un costado agudamente crítico, pero la mirada es siempre tiernamente humana.

Técnicamente la película no tiene mayores objeciones, destacando el montaje, lo que no es de extrañar estando la firma de Miguel Pérez, uno de los mayores referentes del rubro. La banda sonora hace un uso desprejuiciado de música clásica junto a temas de otras épocas como “Venecia sin ti” o un garboso pasodoble, que construyen un tono “angeladamente” costumbrista. A pesar de alguna que otra frase un poco ampulosa, la película se gana igualmente el corazón de la platea.
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30 de 32 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Ver esta película no tiene precio.
Muy grata sopresa.

El film trata temas como los principios y valores, el peso de las convicciones de las personas en el desarrollo de la vida y la diferencia generacional.

El punto de inicio del film parte del conflicto entre el abuelito de la empresa, trabajador, moral y de pensamientos casi caballerescos y el joven jefe, con poder y dinero que cree poder comprar todo, incluyendo a las personas a base de talonario. A partir de esta original propuesta, ver la insistencia de uno y otro por no ceder es más que divertido.

A destacar del film por supuesto el reparto. Norma Aleandro, uno se pregunta si siempre sale en películas buenas o porque ella participa eleva el nivel de esas películas, seguramente las dos opiniones serían válidas.
No menos importante, Federico Luppi, hace de su personaje un ser entrañable, admirable, casi heroico y muy tozudo.
El resto del reparto cumple con creces y Pablo echarri se desenvuelve perfectamente en su papel.

Cuan satisfactorio ver una comedia sin palabras malsonantes, fratulencias, sexualidad vista desde la mente de un quinceañero o estúpidas parodias. Para quitarse el sombrero.
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18 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
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