Riphagen, el carnicero holandés (2016)

He visto muy buenas películas, con actores sobresalientes, pero el caso de Jeroen van Koningsbrugge es realmente único...su papel de malvado es tan perfecto que los espectadores creemos que él debe ser el héroe, del lado de los buenos, en la película. Tiene una actuación impecable, es carismático, transmite todos sus sentimientos camuflados dentro de una coraza de hierro, pero mostrándose tan humano, que genera confianza y se hace absolutamente convincente.

El elenco ha sido cuidadosamente elegido para interpretar de la manera más genuina cada papel, traduciendo el drama nazi en una vivencia propia, en un mar de lucha por la sobrevivencia.

Esta película es de las mejores en mi trayectoria de cinéfila, pocas veces he querido repetir películas, pero esta se me hace un deleite volver a disfrutarla.

La tensión dramática necesaria en este tipo de productos se evapora en el momento que sabemos lo que sucede, y su tramitación no cubre las expectativas.

Muy bien ambientada, interpretaciones correctas, ritmo irregular... y un fallo en la construcción de la trama, entregada en la sinopsis al espectador, con lo cual, la resolución se transforma en un recurso innecesario, al conocer el trayecto y su meta.

Una lástima, porque aunque suponga un terreno muy trabajado, las películas de Nazis, siempre entretienen a poco que el procedimiento narrativo, mantenga esa mínima tensión imprescindible.