Essex Boys (2000)

Cogí esta película en el videoclub, pensando que podía ser, por lo menos, interesante.

Pero más tarde, entro en filmaffinity y... ¡Sorpresa! Essex Boys: 81 votos. ¿La media? No llega al 5. Pincho en el nombre del director... Casi me caigo de la silla. ¿Por qué? Porque el Terry Winsor este, que en esta película demuestra cierta obsesión por las tetas y algún que otro trauma sexual, dirigió "algo" titulado "Arañas Asesinas". ¡Oh Dios mío! Creo que no debería haberla cogido, pensé.

El guión parece improvisado sobre la marcha, dando así lugar a situaciones muy pero que muy forzadas, a unos personajes sin construcción alguna (o muy poquilla), y a una trama que carece casi de interés.

Aquí podemos disfrutar de unas actuaciones poco creíbles, en papeles sencillos. Eso sí, todos los miembros femeninos del reparto suspenden. Y todo el elenco tiene su momento para hacer el ridículo.

Aunque, todo sea dicho, se ve que Winsor puso cierto empeño en salirse de una dirección cutre (esos planos inclinados, y esa voz en off desaprovechadísima), eso sí, sin conseguirlo. En el resto, consigue una estética de telefilme mediocre.

Para cagarla del todo, está la banda sonora, clarísimamente compuesta por un compositor en prácticas y sin futuro.

Pero aún hay más. A algún imbécil se le ocurrió comparar en la portada del DVD a esta mierda con "Reservoir Dogs", además de desvelarnos parte del final de la historia con un "Basada en hechos reales: el resultado fue XXXX", para robarnos el poco interés que tenía la cinta.

Total, que tras aguantar veinte minutos de despropósitos cinematográficos (y eso que la cosa va de mal en peor), empecé a tener tentaciones de apagar el DVD. Finalmente, como un campeón, o quizá como un imbécil, aguanté hasta el final, tras haber superado un par de momentos de vergüenza ajena extrema. Entonces apagué el DVD.

Sí, no debería haberla cogido. Ni de coña. Y espero que esta crítica evite que los 82 votos que tiene esta película aumenten en número. Porque no merece más.

Entretenida producción británica que narra una historia real, aunque convenientemente matizada, cambiando nombres y alguna situación.
Y sí, hace pasar el rato, pero no es convincente pues, teniendo un buen material: interesante historia y estimables intérpretes, la verdad es que acaba resultando algo deslavazada, realizada con un deseo de ambición (o así lo parece), que acaba por convertirla en algo extraño y distante.
Los diversos acontecimientos son mostrados con falta de profundidad, resultando inconexos a veces. Aunque bien es cierto que existen buenos momentos, como el intento de asesinato del protagonista, el chofer del pequeño gángster del gran barrio, en los cenagales de las afueras, y escopeta en mano. Y la mayoría de las escenas en las que interviene Alex Kingston, que está soberbia en todo momento, sobre todo cuando sufre la gran humillación por parte de su compañero.
Pero, en líneas generales, la película está claramente por debajo de su atractiva historia. Lo que ocurre es que, lastimosamente, no está bien dirigida, más bien torpemente.
Una pena porque podría haber sido muy estimable, pero se queda en decepcionante pese al esfuerzo de sus intérpretes (también está bien Tom Wilkinson).