La hija de alguien (2019)

Sorprendente película, con tantos responsables en cada apartado (varios directores, guionistas, directores de fotografía, etc) me esperaba un producto final bastante más esquizofrénico pero no, es de una consistencia admirable.

Básicamente es una historia de misterio (diría que lo de aquí es más misterio que suspense, aunque siempre me lío con los dos términos) al estilo del húngaro Laszló Némes (primerísima persona, planos cogoteros y cámara miope). La referencia a "El hijo de Saúl" en el título (¿y también carátula?) lo dice todo. Los once directores sacan mejor partido a este estilo que el propio Némes en su última película "Atardecer", donde terminaba provocando irritación y mareo. En esta, provocan hábilmente que la tensión y el desconcierto del espectador crezca gradualmente para que la identificación protagonista-espectador no se rompa a pesar de todo lo que ocurre.

Hay una segunda lectura bastante clara acerca del papel de la mujer en esta sociedad diseñada por hombres, pues el principal problema que tiene Eli, la protagonista, es su absoluta dependencia, emocional y laboral, de la figura paterna. Absoluta aunque invisible hasta que la desaparición del padre la hace tan explícita como un puñetazo en la cara. Así, cada interacción de Eli con el resto de personajes puede leerse en clave de comentario social.

Para que funcione una película así, la actriz principal ha de currárselo mucho y Aina Clotet se lo curra con una interpretación muy bien afinada y un magnífico repertorio de miradas. Lo peor de esta película es (1) que es demasiado corta y (2) que solo la dan en un cine (hablando de Barcelona) y no a la mejor hora, pero si podéis os recomiendo ir a verla al Texas, que además es baratito. También es el tipo de película que probablemente acabe pudiéndose ver en Filmin.

Gustará a: Orfeo, infanta Cristina, estudiantes de cine
No gustará a: personas con ansiedad, hombres embarazados, gente que no soporta oír una palabra en catalán

Al parecer, esta película ha sido filmada por 11 directores y directoras diferentes en una especie de práctica o ensayo de fin de carrera. Algo así. Curioso, desde luego. Pero lo importante y mejor, sin duda, es que no se nota en absoluto, está rodada con mucha economía de medios, con una cámara nerviosa que sigue a la protagonista, una formidable Aina Clotet, de manera que parece que somos nosotros, los espectadores, quienes vamos con ella por Barcelona capital y Barcelona provincia, siguiéndola en su peripecia. Y ese viaje interesa, tiene tintes de thriller, aunque el drama siempre está por encima. Una búsqueda del padre, al que nunca vemos, pero del que se nos van dando detalles a brochazos, de forma muy inteligente, para que podamos compartir la preocupación, primero, la angustia, después, y el desconcierto total de nuestra protagonista. Sin duda, una película más que interesante.