Durmiendo con el demonio (TV) (1997)

A medio camino entre el típico drama televisivo (personajes arquetípicos y situaciones ya vistas) y la película de denuncia social, la producción que nos ocupa no acaba de decidirse por ninguno de ambos, pero afortunadamente se encamina más hacia un tono de superación personal que hacia el drama más lacrimógeno.

Basada en una historia real (lo cual tiende a ser peligroso), se narra la terrible vivencia de Rebecca (Shannen Doherty), quien inicia una relación con Dick (Tim Matheson) que se tornará tormentosa y enfermiza hasta el punto de que la joven vea peligrar su vida. Algo que se encarga de enfatizar Doherty con su eficiente interpretación (véase la escena en la piscina, por ejemplo), sin duda la mejor de la película, aunque Matheson también realice un correcto trabajo.

Sin embargo su acabado final se ve muy determinado por el medio para el que la película ha sido concebida. Así, su dirección peca de convencional, sus diálogos de redundantes y sencillos y de una evidente falta de personajes secundarios con entidad. Aún y con todo, como indicaba anteriormente, su tono y protagonistas consiguen dar algo de vida a la historia.