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El criminal (1960)

El criminal
97 min.
6,5
611
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Teaser
Sinopsis
Johnny Bannion se ha pasado los tres últimos años en prisión tramando el robo más importante de su carrera. Cuando sale de la cárcel, lleva a cabo su plan. Entierra el botín en el campo, pero es arrestado antes de poder revelarle el escondrijo a su banda. (FILMAFFINITY)
Género
Drama Cine negro Crimen Robos & Atracos Drama carcelario
Dirección
Reparto
Año / País:
/ Reino Unido Reino Unido
Título original:
The Criminal
Duración
97 min.
Guion
Música
Fotografía
Compañías
Links
7
Jungla de ladrillo.
Interesante film policiaco con numerosos elementos a destacar en mi opinión. Dos puntos:

Hablaría en primer lugar, sin orden alguno de importancia, de cierta permeabilidad a las vanguardias de la época (con ese final a lo “Disparad sobre el pianista”), que no sé si es causa o consecuencia de una inventiva visual nerviosa repleta de encuadres francamente ricos (se habla en ese sentido de influencia del expresionismo también por el uso de espacios pequeños para que la cámara recoja con su movimiento y picados la psicología del personaje).

No me olvido tampoco, y hablando de vanguardias, de ese clima cercano al free cinema inglés que, aunque esta película no forme parte de ese movimiento (pese a la nacionalidad y la fecha), sí se deja notar en el hard bop de la banda sonora, en la narración briosa que arrastra al espectador a empujones, en algunas soluciones visuales de una audacia poco académica (el monólogo de uno de los presidiarios mirando directamente a la cámara) y un poco, aunque esto carezca de peso objetivo, porque ese Londres en blanco y negro, con las gabardinas y las fachadas desnudas de ladrillo rojo, me recordará siempre las soledades de los corredores de fondo.

También subrayaría, ya que voy lanzado, la estructura de la película (cárcel-robo-cárcel-fuga) y sus diferencias con un esquema narrativo más convencional que, probablemente, plantearía una película americana de la misma fecha y de la misma línea argumental (más centrado, seguro, en la relación amorosa y la ejecución del “golpe”).

En definitiva, que esta cinta tiene chicha más allá de si narra bien, si tiene nervio, o si engancha por su trama de presidiarios buscando un hueco en este mundo. Formalmente es una película rica en intenciones y, parcialmente, en resultados, que se presta al análisis y la comparación con otras de la misma época o el mismo género. Y el resto, todas las consideraciones sobre la alienación y la avaricia que insinúa el relato o la caza de brujas a la que fue sometido Losey, quizás tengan también su importancia a la hora del comentario; seguro... Pero en fin, es una peli de género, es de presidiarios, mafias… y yo no iré tan lejos. Al fin y al cabo sería hablar por hablar; casi todas estas pelis acaban por explicar algo parecido ya te llames John Huston, Jules Dassin o Joseph Losey.
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22 de 29 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Viejas y nuevas formas de mandar
Largometraje nº 11 de Joseph Losey. El guión, de Alun Owen y Jimmy Sangster (no acreditado), desarrolla un argumento de Jimmy Sangster, guionista notable de la Hammer. Se rueda en exteriores de Londres y alrededores y en los platós de Merton Park Studios (Londres) y Shepperton Studios (Shepperton). Producido por Jack Greenwood, se estrena en septiembre de 1960 (RU).

La acción tiene lugar en Londres y cercanías, en 1959/60. Johnny Bannion (Stanley Baker) sale de prisión en libertad condicional, después de tres años de reclusión. Le esperan varios compinches, liderados por Frank Saffron (Grégoire Aslan), su novia Suzanne (Margit Saad) y su antigua novia Maggie (Jill Bennett). De ascendencia irlandesa católica, es ambicioso, codicioso, individualista, dominante y vengativo.

La película es un drama y un thriller criminal del subgénero carcelario. Presenta una descripción honesta y veraz de las condiciones de vida en las prisiones británicas en los años 50. Añade un retrato sincero de la brutalidad que caracteriza al submundo criminal de la época. El mundo carcelario se construye como una metáfora del mundo real, del que reproduce a escala la división entre grupos dominantes y dominados, la estructuración en jerarquías, el ejercicio del poder de forma autoritaria y despótica, la pulsación como inductores de la acción de la codicia, los deseos de venganza, la envidia y la práctica de la violencia. Ésta se presenta sin complacencias, con espíritu crítico y con indicaciones que invitan a su rechazo. Añade una interesante acotación sobre el viejo estilo de ejercer el poder, basado en la fuerza del individuo, y su sustitución inevitable por nuevas formas basadas en el grupo, la organización y la distribución de fuciones, que encarna el penado Mike Carter (Sam Wanamaker). Influido por Bretch, imprime al relato un pesimismo amargo, que refleja las percepciones del realizador. La narración, clara, briosa y vibrante, se apoya en un guión fluido e intenso, aunque algo frío. El film forma parte de la trilogia policiaca de Losey, junto con "La clave del enigma" (1959) y "Eva" (1962). Son destacables dos escenas: la fiesta tras el robo y el motín en la prisión. Son planos notables el de la presentación de la novia sobre imágenes de caleidocospio y el encuadre elevado del patio de la prisión en tiempo de receso.

La música, de John Dankworth, aporta una bonita y grata partitura de jazz. Incluye la balada "Thieving Boy", interpretada por Cleo Line. La fotografía, de Robert Krasker ("El tercer hombre", C. Reed, 1949), de inspiración expresionista, ofece encuadres de magnífico dibujo, juegos brillantes de planos picados y contrapicados, imágenes bien constrastadas y ambientes visuales que glosan el mundo interior de los protagonistas. Soberbio y sugestivo plano de cierre.
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12 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
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