Blade (Serie de TV) (2006)

Tenía serias dudas antes de ponerme a ver esta serie puesto que tiene varios factores negativos en su contra. De entrada, el hecho de prolongar una saga como la de Blade no parecía en principio que fuera a funcionar (ya se habían filmado 3 películas y la historia estaba bien exprimida). También estaba el tema de las malas críticas de la serie por toda la red (muchas de ellas infundadas pues se basan solamente en opiniones personales, pero lo cierto es que minan la intención de verla). Y por último, es una serie de formato televisivo, es decir, no es una producción con un gran presupuesto como por ejemplo “Héroes”, “Prison Break” o “Flashforward”. Con estas series, independientemente de que te gusten o no, tienes la sensación de estar viendo “cine”. Por el contrario, con la serie “Blade” queda claro desde el comienzo que estás viendo una serie de televisión modesta. Todo esto, como dije anteriormente, me influyó para no verla hasta ahora.

Tras terminar de ver la serie completa, voy a decir dos cosas a modo de aperitivo: primero, esta serie no es un truño ni nada que se le acerque. De acuerdo que no es ninguna maravilla, pero ni por asomo es el producto tan cutre y tan malo que muchos dibujan en sus valoraciones. Y segundo, no logro comprender como esta serie no ha gustado a los fans de la saga Blade, ya que es respetuosa con el espíritu de la trilogía. Y no sólo eso, sino que la considero mejor, excepto en el apartado técnico, que las dos secuelas de la película “Blade”.

La serie en sí misma la he encontrado aceptable. Tiene algunas buenas ideas como los “cenizomanos”, la vampira que trabaja para Blade y alguna que otra subtrama de interés. Sin embargo, otras ideas no son muy acertadas que digamos… la historia del padre de Blade o la de la madre de la vampira espía, aunque eso sí, tampoco es que sean cosas deleznables. En mi opinión, a pesar de los pesares, la historia que nos cuentan es interesante, engancha y se desarrolla con acierto (incluso el guión tiene alguna vuelta de tuerca que es buena).

Las interpretaciones en líneas generales no están malejas. Quitando al actor que hace de Blade y a su ayudante (son planos y muy superficiales), el resto de personajes son atractivos. Destaco al que ejerce de malo malísimo, a la niña vampira pura sangre y a las dos bellas chicas del reparto: Jill Wagner y Jessica Gower. Especialmente me ha atraído Jill Wagner, ya que su personaje es el más rico a nivel interpretativo (y también, todo hay que decirlo, porque está bien buena y tiene escenas con mucho morbo).

En cuanto al aspecto técnico, pues aquí es donde más flojea la serie. Las escenas de acción, efectos especiales, decorados y demás cuestiones técnicas no son precisamente deslumbrantes. Hay algunos efectos que son cutrecillos, pero otros están francamente bien (en especial la pelea del malo malísimo con el pura sangre en su despacho). En definitiva, se podría decir que hay mitad y mitad.

La verdad que no me esperaba mucho de esta serie y han dado en el clavo con mis expectativas. Se nos presenta un Blade bastante descafeinado, con la misma cara de estreñido eso sí, pero sin ninguna gracia.

Los capítulos tratan de dar un desenlace cada uno con una pelea a muerte entre Blade y el vampiro destroyer de turno. Cabe destacar que, suponiendo que son vampiros viejísimos, algunos incluso pura sangres, duran menos que el feo de los hermanos Calatrava delante de Mike Tyson. No me extraña que no se hiciese segunda temporada.