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Tarzán y las sirenas (1948)

Tarzán y las sirenas
68 min.
5,0
257
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Sinopsis
Ésta es la última vez en la que Weissmuller interpreta a Tarzán. Su misión consiste en rescatar a una bella sirena a la que obligan a contraer matrimonio con un impostor que se hace pasar por el Dios Balu. (FILMAFFINITY)
Género
Aventuras
Dirección
Reparto
Año / País:
/ Estados Unidos Estados Unidos
Título original:
Tarzan and the Mermaids
Duración
68 min.
Guion
Música
Fotografía
Compañías
Grupos
Tarzán Adaptaciones de Edgar Rice Burroughs
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3
Tarzán y su despedida... de Weissmuller.
Desde aquí me propongo hacer un pequeño homenaje al señor Weissmuller, sin lugar a dudas el mejor Tarzán que jamás haya existido en la gran pantalla... de largo. Y elijo está película (la peor de todas), por ser la última en la que el interpretó al hombre blanco de la selva.
Seguramente debió dejarlo antes, no hay que olvidar que desde el primer film (Tarzán de los monos, 1932), dedicado a este personaje habían pasado la friolera de 16 años... y aunque no quieras... se nota y mucho el paso del tiempo en los cuerpos de todos.
Durante esos años encarno al personaje de Edgar Rice Burroughs en 12 películas, siendo las dos mejores, las dos primeras entregas, "Tarzán de los monos", (W.S.Van Dyke, 1932) y "Tarzán y su compañera" (Cedric Gibbons, 1934), y la nada desdeñable "Tarzán en Nueva York" , dirigida por Richard Thorpe en 1942, y que fue el encargado de dirigir hasta en cuatro ocasiones las películas dedicadas a este personaje. Todas ellas durante la etapa en que los derechos pertenecían a la Metro Goldwyn Mayer, y cuando estos pasaron a la RKO, otros directores fueron los encargados de filmar otras seis, con el personaje ya en franca decadencia, y sin Maureen O´Sullivan, la "Jane" de las seis primeras entregas, que sería sustituida por Brenda Joyce. En esa época en la RKO, destacan los dos films dirigidos por Kurt Neumann (Tarzán y la mujer leopardo, 1946 y Tarzán y la cazadora, 1947), pero fue una etapa pobre en resultados, en la que lucho con mujeres leopardo, cruzo desiertos misteriosos, mató nazis (sic), hasta llegar a esta última de sirenas sin sirenas... porque en realidad parece Tarzán en Polinesia, dado las características de los personajes y que aunque se supone que están en África, no sale ni un solo actor de color... a lo sumo tostado...pero negro, no. Un desastre, ya que los vestidos, las barcas, la música!, todo... parece sacado de Oceanía... en fin. Triste final a las andanzas de este actor con su personaje fetiche. Ya no oiríamos nunca más su celebre grito (por supuesto efecto de sonido...ya me entienden), ni le veríamos nadar a cámara rápida (a pesar de ser campeón olímpico de natación, aceleraban la cámara claramente para acentuar su velocidad) para salvar a Boy, a Jane o a Chita de un cocodrilo. Adiós a los "ankawa Chita ankawa!!" y a los "fachi Timba fachi!!" y tantas palabras que vaya usted a saber de donde sacaron pero que su efecto surtieron.
El actor encarnaría algunos años más tarde a otro personaje de la selva pero bien distinto, "Jungle Jim" al cual interpretó en varios films, sin el éxito anterior.
Le sustituyo Lex Barker, más tarde Gordon Scott a este, y luego una incontable cantidad de incompetentes que no queda ni rastro en la memoria de ninguno, ya que ninguno dejo jamás el poso y el carisma que Weissmuller le dio al personaje.
Va por usted... Tarzán… digo Mr. Weissmuller.
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15 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
El canto de cisne de Weissmuller
Siempre tuve especial predilección por este ciclo de Tarzán de Weissmuller en la RKO. Ya no era el joven atlético de aquellas primeras aventuras y Jane había cambiado totalmente de rostro. Los presupuestos eran mucho más austeros y la decadencia se iba haciendo palpable. Pero la imaginación siempre estuvo presente. Tarzán y las sirenas fue, además, la última película de Weissmuller como Tarzán, por lo que añade un importante grado más de interés. Como en otras aventuras para la RKO, vuelven a aparecer los elementos fantásticos que tan bien sientan al cine de Tarzán y, sobre todo, unas preciosas escenas grabadas en Acapulco. Johnny Sheffield, que por entonces era el Boy oficial, no aparece en la película debido a su edad (había crecido demasiado) y solo es mencionado en la película. Quizá el punto más negativo del film es la presencia del personaje de Benji, que nos tortura con sus canciones a lo largo del metraje. Aun así, denle una oportunidad.
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4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
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