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El pájaro de la felicidad (1993)

El pájaro de la felicidad
118 min.
6,1
857
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Trailer (ESPAÑOL)
Sinopsis
Carmen, una mujer dedicada a la restauración de obras de arte, sufre un ataque sexual poco después de reencontrarse con su único hijo. Pero el trastorno psicológico que ella sufre no afecta al hombre con quien vive. Hondamente decepcionada, decide emprender por su cuenta un viaje al pasado. (FILMAFFINITY)
Género
Drama
Dirección
Reparto
Año / País:
/ España España
Título original:
El pájaro de la felicidad
Duración
118 min.
Guion
Música
Fotografía
Compañías
Links
Premios
1993: Goya: Mejor fotografía
1993: Premios Ondas: Mejor actriz.
5
La restauración de una vida de mujer
Se trata de una historia intimista, femenina que no feminista, reflexiva, excesivamente fría y contemplativa que no termina de empatizar con el espectador, en mi opinión. Podría también calificarse como la secuela espiritual de “Gary Cooper que estás en los cielos” por el tema similar que aborda, aunque aquí con mayor complejidad. De una mujer independiente que se reconoce imperfecta, coherente con sus ideas, que no es considerada buena madre por su hijo Enrique (Carlos Hipólito) un joven altanero y egoísta, condenada por los estereotipos y convencionalismos sociales, y es además, una mujer acostumbrada a la soledad. Una mujer que se busca a sí misma como todos lo hacemos constantemente. Una mujer madura que debe hacer balance de su vida, tras una experiencia traumática.

La visita a sus padres y a su tierra, el regreso a sus raíces en el norte de Cataluña, en la que recuerda su amor frustrado de juventud le sugiere cambiar el norte por el sur intentando buscar esa paz y sosiego espiritual para concentrarse en su trabajo. Una trama donde los hombres son débiles y mezquinos en cierto modo, como su hijo o su ex marido. El personaje de Eduardo (José Sacristán) tampoco aporta avances significativos a la vida de esta mujer, que parece humanizarse algo más cuando recibe en su apartada casa-estudio a su nuera (Aitana Sánchez-Gijón) y su bebé de pocos meses. Hasta entonces sólo la conmueve la lectura de Pío Baroja, uno de sus versos pertenecen al título del film. La poesía de Ángel González, otro de sus poetas favoritos, y la pintura que restaura con delicada textura, igual que lo intenta con su vida.

La película está construida sobre una elegante y cuidada puesta en escena, de planos largos y conversaciones llenas de reproches, pero sin apenas emoción, vida y sentimientos explícitos. Seguramente por el carácter de la directora que a pesar de ser sensible y humana, parece interponerse un abismo entre la inteligente Carmen (Sampietro) y el espectador al que va dirigido la historia. Hay también un exceso de imágenes más efectistas que efectivas, de algunos planos gratuitos que son sugerentes pero que no aportan nada a la historia. A veces esa pretendida exploración psicológica se viene abajo a fuerza de acumular tópicos y escenas banales. Excelente fotografía de J. L. Alcaine que retrata perfectamente desde la luz fría del pre Pirineo gerundense de Ripoll, hasta la luminosidad del mar y las tierras áridas de Almería.

La banda sonora de Jordi Savall y el aria “When I´m laid in earth” de la ópera Dido y Eneas de Henry Purcell destilan un aura de estilo barroco acorde con el universo personal de una restauradora de arte como Carmen, que a la vez intenta restaurar su vida. Una mujer adulta, independiente y culta, en una historia un tanto autobiográfica de su directora, pese a que el argumento sea de Mario Camus, ella se encargó de “pulirla” a su estilo. El personaje de Mercedes Sampitro, actriz habitual en sus películas, tiene mucho de Pilar Miró como mujer, casi su “alter ego”. La crónica de una mujer que busca un sentido nuevo a su vida aprovechando lo esencial de la existencia. En definitiva el film de la Miró, es como ese pájaro al que sus débiles alas no le permiten levantar el vuelo de una gran película.
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12 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
Íntima Pilar
Recuerdo una crítica de la época (1994?). Decía: "Pilar Miró abre la jaula de par en par".Me parece una buena frase para definir su última película. Al margen de la fotografía y de la banda sonora, que son excelentes, lo mejor son los momentos de honestidad interpretados muy bien por Sampietro, que es a lo que se refiere, en mi opinión, la crítica que antes menciono.
Recuerdo también la impresión del partener con quien fuí a ver la película en una de las salas Renoir de Cuatro Caminos, Madrid: "No quiero pasar mi vida masturbándome"...me decepcionó un poco esta frase. En su momento me sentí desencatado por lo que dijo mi amigo. Aunque estuvo un poco bruto, entiendo que su comentario se refiere a la soledad pero de forma muy simplificada, o tal vez simplista.Pero lo que más recuerdo es la voz en off de la imágen final de la película recitando unos versos (cuando Mercedes está en la cala, junto al mar, de espaldas al espectador, junto con el bebé y el perro) que simboliza todas las aspiraciones de Pilar cuando hizo esta película: la búsqueda de uno mismo es un viaje hacia el interior en el que uno no puede evitar enfrentarse con su soledad. Y sobre todo la sensación de sentirme hondamente tocado.
Huelga decir que hay cosas que se podrían haber mejorado, como ciertos momentos en los que la película decae: por ejemplo en la escena en la cual Aitana renuncia a llevarse su bebé en favor de Mercedes.Gracias Pilar.
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11 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
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