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Sin techo ni ley (1985)

Sin techo ni ley
105 min.
7,3
1.880
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Disponible en:
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Trailer (FRANCÉS)
Sinopsis
Mona (Sandrine Bonnaire) es una joven vagabunda que es encontrada muerta. La historia mostrando en flashback sus últimos meses de vida, su desarraigo social y sus relaciones con la gente que conoció.
Género
Drama Drama social Pobreza Adolescencia
Dirección
Reparto
Año / País:
/ Francia Francia
Título original:
Sans toit ni loi
Duración
105 min.
Guion
Música
Fotografía
Compañías
Coproducción Francia-Reino Unido;
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Premios
1985: Festival de Venecia: León de Oro a la mejor película
1985: Premios César: Mejor actriz (Sandrine Bonnaire). 4 nominaciones
1986: Círculo de Críticos de Nueva York: Nominada a mejor película extranjera
1986: Asociación de Críticos de Los Angeles: Mejor actriz (Bonnaire) y película extranjera
8
OPTÓ POR LA SENDA DE LA LIBERTAD Y VÉANLA VIVIENDO LA TRISTE SOLEDAD
Este si es un filme merecedor del "león de oro" que le dieron en Venecia. Su argumento narrado de manera muy original y realista, nos sobrecoge, nos aprieta el corazón hasta apesadumbrarnos con dolor espiritual.

La joven "Mona" (Sandrine Bonnaire) es una vagabunda, ¿por qué?, no se sabe. Algunas personas que la han visto pasar hablan de ella como con cierta admiración o incluso con algo de envidia, quizás porque simboliza a la persona valiente que opta nada más y nada menos que por la libertad total, con todas las consecuencias; sin embargo, la libertad es en gran medida un mito, un espejismo, ir tras ese ideal casi siempre supone tener que pasar por un sinvivir torturador, de marginalidad, de penurias y lenta ruindad-soledad, como se ve que le ocurre a la joven "Mona".

El precio que un ser humano ha de pagar por la libertad es grande y si esa libertad es radical entonces el coste resulta demasiado terrible, máxime porque luego en realidad no se consigue la tan ansiada libertad sino más bien lo que se obtiene es soledad, angustia, lamentable y suicida desmoronamiento del deseo de ser o existir.

Todo ello está sobria y estremecedoramente filmado por Agnès Varda, hasta tal punto que nos deja en el alma la misma sensación que a muchos de aquellos protagonistas que conocieron por unas horas o días a esta muchacha transeúnte que vive a la intemperie: nos transmite la sensación tristísima de alguien que a todas luces está buscando (sin deseo de llegar a avanzada edad), salirse del viaje de esta vida, bajarse de la dinámica de este universo e irse más allá, mucho más allá, al descanso trascendente; en definitiva, de alguien que se está autodegradando, automatando de forma patética en su plena, fuerte y espléndida juventud.

Fej Delvahe
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45 de 52 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
La vida es dura
Hace menos de un mes, en unas jornadas sobre "Los sin techo", tuvimos la brillante idea de proyectar esta cinta que casualmente logré encontrar en la web dando infinidad de vueltas de tuerca. "Varda", me dije, "sinónimo de notabilidad".
- Es muy dura, ¡qué desagradable! -plañía más de una como una desesperada tras la proyección.
- Si quieres le echo azúcar -pensé, pero no lo dije, claro. ¡Cómo si la vida fuera fácil!
Mona, la protagonista real (no lo olvidemos) de "Sin techo ni ley" tiene algo de Francisco, de Rafael, de Antonia, de Loli, de Fernando... de cada un@ de las personas que, todas las semanas, estuve visitando durante varios meses, en su trocito de calle. También temo encontrar algún día a Francisco aterido, muerto en medio de la nada donde habita. Mona es perfecta, no porque personalmente lo sea, sino porque es una sin techo de verdad, con el morro y el descaro que les caracteriza, con la libertad y la soledad que los nutre y atormenta... con lo que ayuda a aprender.
Varda es una eminencia en el género documental como recientemente demostró con "Los espigadores y la espigadora", y aquí lo confirma una vez más. La estructura narrativa del film nos hace ser espectadores y testigos directos de la vida que decidió vivir Mona y que muchos no estamos dispuestos a soportar, porque la odiamos porque a veces nos cuestiona.
Ya quisiera Loach (al que ciertamente aprecio) lograr la cuarta parte de realismo e "invitación al suicidio" que logra Varda.

Muy buena, Varda, sí señora.
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30 de 35 usuarios han encontrado esta crítica útil
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