Heaven's Door (2009)

Nagase Tomoya, vocalista de del grupo musical "Tokio" y Mayuko Hukuda protagonizan esta película.

Tomoya interpreta Masato Aoyama, un chico de 28 años al que diagnostican una enfermedad en fase terminal. En el hospital, conoce a Harumi Shiraishi (Hukuda), una niña que también tiene una enfermedad incurable. Los dos deciden vivir sus últimos días de vida haciendo todo lo que no pudieron hacer y descubren que no sólo comparten el hecho de tener sus días contados, sino también que ninguno de los dos concoe el mar, por lo que decidirán realizar un viaje. Durante el mismo se meterán en muchos problemas, lo que dará varios vuelcos a la historia.

Heaven’s Door es la versión japonesa de de una película alemana, "Llamando a las puertas del cielo", pero la gran diferencia es la diferencia de edad de sus protagonistas.

Heaven’s Door es un film muy sencillo y en ocasiones predecible, pero está muy bien dirigido, las actuaciones son más que correctas y la historia engancha desde el comienzo. La relación de amistad y ¿amor? entre los protagonistas, recuerda un poco a la que había en "León, el profesional" entre Jean Reno y Natalie Portman.

Como curiosidad, cabe mencionar el tema principal de su banda sonora. Es la versión hecha por Angela Aki del clásico de Bob Dylan “Knocking on heaven’s door” de 1973.

Intensa y entrañable historia que en manos de algún director yanki se hubiera convertido en una intragable comedia/drama romántico.

No es la primera vez que japón genera un film de historias de vida disfrutadas y sufridas al máximo. Tal cual sucedió con "Sky of Love" o la bella "5 centímetros por segundo", una historia de lucha por y para el amor.

La historia en un hospital de dos pacientes terminales que deciden conocer el mar antes del último aliento.

El toque humorístico y desinteresado de sus protagonistas hace que podamos digerir más facilmente el drama.
Buenas actuaciones y una especie de road movie por todo el país, buscando un sólo objetivo...conocer el mar.

Buen drama japonés, con cierto tono festivo, pero con la lágrima en stand by.
Vale la pena intentarlo.