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La chica del sur (2012)

La chica del sur
94 min.
7,1
131
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Sinopsis
En 1989, José Luis García participó del XIII Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes que se realizó en Pyongyang (Corea del Norte). Con una cámara prestada rodó la clandestina llegada a la ciudad de Lim Sukyung, una joven activista que representaba a los estudiantes de Corea del Sur y que reivindicaba la reunificación pacífica del pueblo coreano. Veinte años más tarde, García se reencuentra con ella. Acosada por una sociedad todavía en guerra, Lim termina por revelar el profundo e inesperado vínculo que la une a un completo extraño llegado desde el otro lado del mundo. (FILMAFFINITY)
Género
Documental Política
Dirección
Reparto
Año / País:
/ Argentina Argentina
Título original:
La chica del sur
Duración
94 min.
Guion
Música
Fotografía
Compañías
Premios
2013: Premios Sur: Mejor documental
2012: BAFICI: Mención Especial - competencia argentina
8
el lenguaje de la incomunicación
"Mención Especial para La chica del sur, de José Luis García."
No por nada esta película se ganó los votos del público."La chica del sur" se presenta como un documental sobre la figura político-social de una "acitvista" surkoreana que luchó desde joven por la reunificación del pueblo koreano. Más especificamente centrado en el hecho de que una (en su momento) pequeña rebelde con tan sólo 20 años cruzó la frontera mas vigilada del mundo para participar de una de las últimas gran juntadas de jóvenes socialistas apoyada por la URSS un par de años antes que deje de existir.
Pero es mucho más que eso, es una película sobre "los unos y los otros", sobre lo frustrante que es comunicación y sobre la visión tan particular de José Luis García sobre Kim Sukyoung, o el recuerdo de una joven que lo conmovió con su inocente vehemencia allá por el 89 y quién quizás en alguna medida gracias a él, terminará haciendo sapitos en las costas frías de Ushuaia.
De una manera muy poco convencional, la película trabaja la intriga, el conflicto,y las emociones. Manteniéndonos pendientes de lo que va a pasar, cuando en realidad lo que menos importa es eso. ¿Podrá conocerla?, ¿Podrá conseguir la entrevista?, luego de aviones, cenas y muchos e-mails, el clímax de la película es un apretón de manos.
"No pasa nada" dijo por lo bajo un chico que estaba sentado al lado mío en la sala. Personalmente creo que estaba mirando la película incorrecta. Así como en la física cuántica, medir cambia el estado del objeto medido, saber mirar puede cambiar radicalmente el aparente contenido de una película.
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5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
La historia de una chica que soñaba con un mundo mejor
En julio de 1989 tuvo lugar en Corea del Norte uno de los últimos festivales que la vieja Unión Soviética celebraba cada tanto para las juventudes de todo el mundo. El fotógrafo y cineasta argentino José Luis García registró casualmente imágenes y discursos de aquellos días previos a la caída del Muro de Berlín y lo hace desde un enfoque subjetivo que trasciende fórmulas previsibles. En un arqueológico trabajo de montaje, rescata tomas en súper vhs (la tecnología hoy absoleta de aquel momento), donde se detiene en esos entusiastas grupos juveniles llegados de todas partes del mundo, bajo banderas y cánticos solemnes. Se demora en las declaraciones ingenuamente candorosas de muchachitos dispuestos a cambiar el orden mundial con manifiestos y consignas, pero también subraya la lúcida intervención de un grupo musical que interpreta canciones de rock, contrastantes en su actualidad, con los envejecidos acordes de la Internacional, al tiempo que parecen ser la única voz alerta sobre la masacre de estudiantes en la plaza Tiananmen.

Entre tanto entusiasmo movilizante, capta su atención una jovencita veinteañera que surge como líder espontáneo de aquel encuentro, sorprendiendo con un emotivo discurso pacifista por la reunificación de las dos Coreas, divididas entre Rusia y EE.UU desde el fin de la segunda guerra mundial. Conocida como "La flor de la reunificación", aquella joven (Im Su-kyong, la chica del sur del título), que viajó desafiando controles y peligros para deslumbrar con un avasallante y conmovedor discurso humanista, pasó luego varios años encarcelada en su país. La obsesiva idea de qué fue de aquella mujer pasadas dos décadas y con un mundo diferente, lleva al realizador a viajar -esta vez a la parte surcoreana- para entrevistarla.

De una manera muy poco convencional, la película trabaja la intriga, el conflicto y las emociones, manteniéndonos pendientes de lo que va a pasar.
Mientras la primera parte se acerca más al registro político de una época y un lugar, la segunda se torna personal e intimista. La película se impone rescatar la singularidad de una vida ante el huracán de la historia, donde tanto el ojo como la voz, se permiten reflexionar sobre el propio proceso de un cineasta que ve en un personaje la condensación de lo que quiere rescatar en la vorágine del tiempo.
El relato tiene el mérito de combinar con armonía los diferentes materiales, los distintos tiempos y las múltiples aristas de la historia.
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3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
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