El impostor (1960)

Un acercamiento diferente de parte de Emilio Fernández a un tema que lo obsesionaba: la revolución mexicana. Acá el de los farsantes que usa como metáfora a los que traicionaron la revolución, que serían (aunque no los nombres) los del PRI.
La primera parte es muy aburrida, con ese retrato entre idealizado y poético del campo mexicano. Ya después vira hacia el thriller político y mejora.
Lo peor: es lenta, tarda en arranca lo mejor, la mayoría de los personajes son planos y clichés, como lo es toda la familia de Cesar Rubio.
Lo mejor: el protagonista, un hombre complejo, ambiguo, que en unos días termina cagándose en todo lo que sostuvo a lo largo de su vida, todo su conflicto moral interno, sus dudas, su ambición, etc.