Duelo en las montañas (1950)

Básicamente un preámbulo hasta llegar a la escena que da título a la película y que junto con las finales son las únicas que realmente valen la pena. A veces a Emilio Fernández se le daba de hacer películas que solo tenían una premisa nimia o excusa para explotar hacia el final, es como si escribiera el final y después rellenara el resto, acá es pura paja, alivio cómico mediocre siendo generosos, canciones, y cursilerías. Las escenas al principio del tren si están bien, pero desde que Julio se baja hasta que empieza el duelo, es muy difícil de aguantar, ya que encima mete lugares comunes y personajes clichés de otras de sus películas como el cura perogrullo y el militar prepotente.
La pareja no tiene química aunque ellos se esfuerzan y por separado están bien sobre todo Fernando Fernández.
El resto como siempre en Fernandez y Fugueroa, logra un retrato del paisaje maravilloso que es lo que salva la película.
También las escenas del duelo, están filmadas de forma impecable más para la época, ojalá toda la película hubiera tenido ese ritmo.