Mar abierto (1946)

Película española de los cuarenta, producida por Suevia Films, esto es, por el insigne Cesáreo González... con todo lo que esto significa o podía significar.
Ocurre que no llega a altos vuelos por cuanto la realización de Ramón Torrado es rutinaria y todo discurre de forma distraída pero sin ninguna pasión ni escena digna de mención.
Así, se pasa el tiempo mientras se ve, pero luego se olvida por su falta de personalidad y por no tener tensión.
Los intérpretes, de lo mejorcito de la época, lo hacen bien, salvo algunas declamaciones que resultan vistas hoy en día (octubre 2017) algo altisonantes, viejunas, pero que, claro está, no lo eran en su época.
Lo mejor es la preciosa fotografía en blanco y negro a cargo de nada menos José F. Aguayo y Andrés Pérez Cubero, palabras mayores, y de la que podemos disfrutar en la pequeña pantalla gracias a la restauración de Enrique Cerezo, cuya propiedad tiene.
En definitiva, que no está mal, es amena, no aburre nunca esa es la verdad, pero tampoco tiene nada especial.

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