Ghost House Underground es una división de cine de bajo presupuesto, en muchas ocasiones de películas direct to DVD, que pertenece a la productora formada por Sam Raimi y Robert Tapert, Ghost House Pictures, la cual ha estrenado en salas films como The Grudge, Boogeyman, The Messengers, la correcta 30 Días de Noche y la divertida Arrástrame al Infierno, dirigida por el mismo Raimi. A través de la subdivisión de ésta llega Terror Bajo la Nieve, dirigida por el desconocido Mark A. Lewis.

El Ártico, el Dr. Kruipen (un gordo Val Kilmer), un reputado profesor que lucha en pro del medio ambiente encuentra un parasito infeccioso en un mamut congelado que si llega a tierra civilizada podría resultar el fin de la humanidad como la conocemos. Allí también irán a parar su hija, un piloto, y otros tres estudiantes de ecología, que se verán amenazados por los parásitos que, una vez incubados en el cuerpo de sus víctimas, se convierten en unos bichos carnívoros que pondrán a prueba la supervivencia del grupo.

Terror Bajo la Nieve es una película que durante su primera hora de metraje deja buenas sensaciones, debido especialmente a las reminiscencias en el guión a películas como La Cosa (el paisaje helado, las desconfianzas entre los miembros del grupo), Cabin Fever (el contagio) o Están Dentro (la plaga de bichos), aunque estos dos tercios quedan lastrados por un desenlace tramposo, hilarante, que echa por los suelos toda la premisa inicial.

Un final más centrado en las consecuencias del calentamiento global (sobre el que gira gran parte del estudio de los personajes) que en los propios parásitos, por lo que Terror Bajo la Nieve es un largometraje que deja con mal sabor de boca. Una pena, porque hasta entonces se mostraba como un film interesante con algún momento a recordar (la amputación del brazo de uno de los miembros tras ser infectado).

Terror Bajo la Nieve se deja ver si no se es bastante exigente, aunque podría haber sido mucho mejor si tenemos en cuenta los aciertos de la primera parte del film.