Comedia coreana, sin ninguna novedad interesante dentro del género, pero que con su sencillez y su buen hacer consigue sacar al espectador más de una buena carcajada.

Las comedias coreanas no suelen tener mucho éxito fuera de sus fronteras, debido principalmente, a que su forma de entender “la risa”, pero en este caso, el formato que presenta esta película se acerca mucho al americano, de hay su mayor popularidad con respecto a otras comedias.

La película nos presenta una historia aunque sencilla y simple, pero con un formato que suele producir resultados, y en este caso, lo consigue, y para ello utiliza varios elementos, la chica guapa, es una jefa mafiosa ruda y fría, los subordinados cada uno con sus peculiaridades, un marido, perdedor y dominado, escenas exageradas pero que consiguen sacar la carcajada debido principalmente a su magnífica estructura, y por supuesto el dramatismo, aunque parece que está fuera de lugar muchas veces, es el que consigue hacer más atractivo lo gracioso.

En fin, una comedia que se disfruta, y es efectiva, ya que cumple perfectamente con lo que se le pide a toda comedia y es amenizar ese rato enfrente de la pantalla.