El episodio piloto de la famosa serie "Perdidos" es pura adrenalina y una descarga constante de energía. Una sucesión interminable de hechos van ocurriendo sin descanso, sin pausa y el espectador se ve sumergido en una trama que lo engancha desde el principio, porque J.J. Abrams sabe sin lugar a dudas captar su atención con las dosis justas de suspense, intriga y acción.
La intensidad de este episodio no te permite parpadear; es como un puñetazo al mentón, directo, contundente, implacable.
Mi sensación cuando vi este episodio piloto era que tenía que ver la serie a toda costa, que quería profundizar en la historia, que deseaba participar en la aventura de "Perdidos" y ése es un gran logro que conviene destacar.
Un buen episodio piloto capta a fieles, consigue audiencias y marca el estilo de la trama que se va a desarrollar a continuación y creo que no me equivoco al afirmar que esta afamada serie, se ganó su éxito desde el primer momento, desde este magnífico primer episodio en el que un accidente de avión y una playa, dan el pistoletazo de salida a una de las historias más interesantes y asombrosas de los últimos tiempos en el mundo de la televisión.
Mi consejo por lo tanto es que respiren hondo y que se dejen seducir por la melodía de "Perdidos", por las andanzas de sus personajes y quizás, con el tiempo, consigan resolver el misterio y dejar de ser unos pobres náufragos.