Extraña, extravagante en la forma y en ocasiones delirante, con esa oportunidad al surrealismo, que demuestran esos personajes extraños y puntuales que aparecen en las películas "coenianas". Es una sátira del cine y lo que lo rodea, sobre todo de lo que abarca el mundo de las producciones cinematográficas, la facilidad para crear productos basura en un tiempo determinado siempre regido por productores ricos que buscan el dinero, sin más.
Me gusta mucho que se trate el tema de la frustración artística encarnado en Barton Fink ( Tuturro borda estas crisis del personaje), una realidad siempre presente, pues toda persona que intente crear depende de su inspiración y ésta no es constante, nunca lo es. Las crisis que sufre Barton te meten en la piel del personaje, y en ocasiones también nos hace sentir frustrados a los espectadores, no sé, es una sensación que me transmite.
La escenografía es realmente buena, ese hotel raro, raro, raro....casi tétrico, donde parece que no hay nadie, con los zapatos en la puerta y con el gran "Bucesmi" como recepcionista (demasiado corta su aparición). La forma de narrar y de montar, los planos, la luz son propios de maestros, hay calidad en todo elemento visual, genial dirección, guión y fotografía (gran Deakins, nunca falla).
La historia y el guión dan lugar a grandes personajes atípicos y humorísticos que siempre amenizan y sorprenden. El productor (jajaja se sale), el gran guionista borracho y acabado, el recepcionista, la novia del guionista, el director, y como no, el vecino (grandísimo John Goodman) y el mismo protagonista. Gran trabajo de guión, el humor irreverente siempre tiene lugar, y como no de interpretación, a mi parecer ni uno flojea y 2 de ellos lo bordan. Grandes interpretaciones de los "Tuturro" y "Goodman", atentos a las conversaciones y situaciones entre ellos, jeje, muy bueno, muy bueno, no quiero explicar más sobre ellos, hay que verlo. No es una grandísima película de la historia del cine pero si que es muy buen film con final extrano incluido. No me extiendo más, a verla, merece la pena.